La estatal Comisión Nacional de Salud atribuyó la decisión a razones de seguridad.
Washington, D.C.–El gobierno chino tiene que aprender a girar un poco más fuerte. Han estado dando vueltas con una y otra explicación desde que llegó el virus. Pero son mentirosos muy horribles. Así que todo como que no ha salido muy bien a la narrativa oficial de qué ocurrió en Wuhan.
Pero tendrán que hacerlo mejor con la información más reciente.
Un alto funcionario del gobierno chino acaba de confirmar que, de hecho, habían ordenado a los laboratorios en enero que destruyeran las muestras del virus que habían recogido.
Esta había sido una de las acusaciones basadas en la evidencia del Secretario de Estado, Mike Pompeo, y otros. Y esto ahora solo confirmó la exactitud de la acusación.
El gobierno de China había emitido previamente una negación general a las acusaciones. China silenció a médicos y periodistas y destruyó las muestras.
El secretario de estado norteamericano Pompeo dejó en claro que tenía los productos en China cuando incluso nombró la fecha en que destruyeron las muestras, el 3 de enero.
Pero el funcionario de la Comisión Nacional de Salud de China, Liu Dengfeng, admitió el viernes que su agencia ordenó a los laboratorios destruir las muestras por razones de seguridad.
A muchos observadores la excusa les parece muy ridícula, dadas la magnitud y consecuencias que muchos países pagan al presente por algo que quedó fuera de control de su territorio y que sólo el gobierno chino conoce a fondo, pero se niega a admitir.