- El drama de los empleados de los aeropuertos de Miami y Fort Lauderdale “se ve en la mirada de incertidumbre de los pasajeros”.
- Miles de viajeros enfrentan retrasos en los vuelos, cambios de puerta de abordaje y otras dificultades debido a la escasez de empleados en las aerolíneas y bajos salarios de empleados en terminales.
- El caos que se vive en los aeropuertos de buena parte del mundo no es solo una complicación para los usuarios, sino también para los trabajadores que han visto incrementado el trabajo en tiempos recientes y sufren porque no dan abasto.
Miami, EEUU — Los recortes de personal en las aerolíneas han dejado severos problemas para el resto de los empleados que deben cumplir con más labores de las que tenían asignadas antes de esta crisis, pero con el mismo sueldo.
El caos que se vive en los aeropuertos de buena parte del mundo no es solo una complicación para los usuarios, sino también para los trabajadores que han visto incrementado el trabajo en tiempos recientes y sufren porque no dan abasto.
La actividad aeroportuaria durante este verano ha exhibido la falta de personal que padecen las compañías tras la pandemia. Largas filas, cancelaciones y retrasos son solo una parte de los síntomas de esa crisis provocada por despidos masivos y el rápido aumento del tráfico con el fin de las restricciones a la circulación, lo que tiene un efecto de cascada en pasajeros con vuelos de escala desde y hacia el Caribe, Centroamérica, Sudamérica y en Estados Unidos.
Un dato revelador sobre la falta de personal indica que en este año hay 2,3 millones de personas menos trabajando en este sector de las que había en 2019, de acuerdo con una investigación de Oxford Economics. Los empleados manifiestan cansancio y hartazgo ante las condiciones actuales de trabajo, los azafatos se quejan de cómo han aumentado los incidentes a bordo y las inconformidades de los pasajeros por algún contratiempo de la aerolínea. Este ambiente ha impactado de manera negativa en su vida.
Así como ellos, quienes trabajan como asistentes de pasajeros y el personal de limpieza de los aviones han resentido la carga. “Estamos realmente abrumados en el trabajo en este momento. Es mucha presión. El tiempo que nos dan no es suficiente, no podemos hacer nuestro mejor trabajo. Estoy cansada y estresada mental y físicamente. Me duele el cuerpo cuando llego a casa del trabajo”, dijo una inmigrante argentina que lleva una década dedicada a limpiar aeronaves en el Aeropuerto Internacional de Miami, en declaraciones para el Miami Herald. La mujer reconoce que ahora limpia 11 aviones cada día, cuatro más de los que le asignaban previo a la pandemia.
Un asistente de pasajeros en silla de ruedas, quien trabaja en el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood, habla de lo complicado que es tratar de atender a varios usuarios al mismo tiempo y llegar sin problemas al abordaje de los vuelos de conexión: “Es muy estresante cuando tengo que elegir a quién asistir. Se pueden ver las miradas en la cara de los pasajeros cuando digo que tengo que dejarlos allí. Les digo que todo estará bien y que tomarán su vuelo de conexión, pero no siempre estoy seguro”.
El incremento de sus labores no se refleja en un mejor salario que compense el desgaste físico y mental. Ambos empleados, según información del mismo medio, ganan alrededor de 17,50 dólares por hora y no trabajan directamente para las aerolíneas, sino que son parte de empresas de subcontratación.
El sindicato que los representa, Service Employees International Union (SEIU), realizó una encuesta a prestadores de servicio en cuatro grandes aeropuertos del país y los datos revelaron que el 85% de ellos no alcanzan a cubrir sus gastos de vivienda con el salario que reciben. Sin embargo, dejar su fuente de empleo tampoco es una opción.
“Cuando un pasajero va a un aeropuerto, verá muchos trabajadores, personas que los llevan a la puerta de embarque en silla de ruedas, personas que suben y bajan las maletas del avión, que limpian el avión; ninguno de ellos trabaja para una aerolínea, trabajan para un contratista de una aerolínea.
Los salarios y beneficios son muy bajos, con mucha rotación, trabajos con salarios bajos y tienen mucho que ver con la experiencia del pasajero”, dijo al Miami Herald una coordinadora del SEIU. La vía para una solución sugiere, es que las aerolíneas presionen a los subcontratistas para mejorar salarios y beneficios, de no recibirlo, corresponde al Congreso la exigencia.