“Cualquier información o documento dejado encima del escritorio o hasta incluso en la pantalla del computador puede constituir información vulnerable, siendo más grave cuando se trata de espacios que son visitados por personas ajenas a la institución”, se resalta en el portal especializado en ciberseguridad.
Por Liliany Martínez / Comunicaciones ABA
En el ámbito laboral, diariamente manejamos un sin número de informaciones que, dependiendo la naturaleza del negocio, pudieran ser sensibles, confidenciales o personales.
Como colaboradores de la empresa, el cuidado de dichas informaciones queda bajo nuestra responsabilidad, por lo que resulta de suma importancia aplicar acciones encaminadas a su protección, evitando que estas caigan en manos de personas que pudieran causar algún tipo de daño a la institución.
A razón de este particular, existe la llamada política de escritorio limpio, descrita como una práctica que busca prevenir la pérdida de datos corporativos e informaciones en los puestos de trabajo.
Conforme se explica en la página web Yo Navego Seguro, la implementación de esta política permite igualmente reducir la posibilidad de que algún personal no autorizado tenga acceso a equipos de cómputo, medios extraíbles, dispositivos de impresión y digitalización de documentos, ya sea dentro o fuera del horario de trabajo.
“Cualquier información o documento dejado encima del escritorio o hasta incluso en la pantalla del computador puede constituir información vulnerable, siendo más grave cuando se trata de espacios que son visitados por personas ajenas a la institución”, se resalta en el portal especializado en ciberseguridad.
En tal sentido, para aplicar una efectiva política de escritorio limpio en nuestro espacio de trabajo, es necesario llevar a cabo una serie de medidas durante y después de cada día laborable, entre las que se destacan las siguientes:
Protección de la documentación
Procurar que el escritorio esté libre de documentos, en especial de aquellos que contengan información privada.
Retirar de inmediato los papeles que se hayan impreso o escaneado.
De ser posible, poner bajo llave o clave los archivos importantes para garantizar el acceso solo a quien esté permitido.
Cuidado de los equipos
Bloquear el computador al desocupar el espacio de trabajo.
Cerrar la sesión en los sistemas institucionales y páginas web al concluir las horas laborales y luego apagar o bloquear el equipo.
Asegurarse de que el equipo solicite una clave de acceso al encenderlo.
Guardar en un lugar confiable los medios extraíbles y/o dispositivos móviles en los que se almacenen información sensible.
Limpiar pizarras o equipos que hayan sido utilizados para alguna presentación o reunión.
Seguridad de las contraseñas
Resguardar las claves de acceso, evitando compartirlas.
Procurar no exponer las contraseñas en lugares visibles, como el computador, documentos o notas adhesivas.
Utilizar contraseñas seguras en la que se combinen letras mayúsculas y minúsculas, números, símbolos.
Cuando logramos mantener el orden, cuidado y limpieza de nuestro ambiente de trabajo no solo tendremos un mejor control y confidencialidad de las informaciones que tenemos a cargo, sino que también nos permitirá ser más productivos y eficientes en el desarrollo de nuestras tareas diarias.