Dos tiroteos masivos en EE.UU. en 15 días ponen de nuevo sobre el tapete el tema del control de armas. Una encuesta de SSRS, publicada por CNN, reveló que el 70 por ciento de la población respalda leyes de armas mucho más estricta. Mientras que el 27 por ciento se opone a ello.
Miami, EE.UU. — El 14 de febrero de 2018, la vida de Carlos Fernández cambió para siempre. En aquel entonces él era un estudiante con las aspiraciones que cualquier joven de su edad podía tener: soñaba con ir a la universidad y formarse una carrera. Pero todo cambió. De repente. En cuestión de seis minutos.
Sin saberlo, su historia iba a dar la vuelta al mundo. La suya y la de sus compañeros. Él era una de las víctimas de la matanza de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, que se saldó con 17 muertos.
“Hace tres años sucedió un evento que nadie esperaba en esta comunidad de Parkland y yo fui uno de los estudiantes que estuvo presente durante la masacre”, recuerda aún las dolorosas secuelas que le dejó el tiroteo durante una entrevista con la Voz de América en el sur de la Florida.
Hasta la fecha, había sido un joven preocupado por la situación que vivía Venezuela, su país natal. Pero la matanza en su escuela hizo que se comprometiera por una causa: la de una nueva regulación del uso de armas en Estados Unidos. “La voz de la juventud tiene que ser escuchada porque nosotros somos los que vamos a llevar el futuro”, comenta el joven.
Pero el debate sobre el uso de las armas en Estados Unidos siempre ha sido un tema que ha causado gran división entre la sociedad.
“Pido justicia, porque después de un año todavía el culpable no ha recibido ni un juicio ni nada”, dijo el progenitor en declaraciones a la VOA.
Este martes, un joven de 18 años entró armado a una escuela de primaria en Uvalde, Texas, un pequeño pueblo de mayoría hispana, y le arrebató la vida a 19 niños y dos adultos, antes de ser abatido por la policía local. Una semana atrás, 10 personas negras en un supermercado de Buffalo fueron asesinadas por por un hombre fuertemente armado, que ahora enfrente a la justicia.
Hace un poco más de un año, en marzo de 2021, un hombre armado entró en un supermercado de la ciudad de Boulder, en Colorado, y empezó a disparar indiscriminadamente a los empleados y clientes que se encontraban en ese momento en el lugar. La pesadilla que se vivió en la tienda de comestible terminó con 10 muertos, incluyendo un oficial de policía.
Desde aquel incidente, el presidente Joe Biden ha pedido al Congreso que impulse una legislación para prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad. También ha solicitado que se aborde el sistema de verificación de antecedentes a la hora de comprar un arma de fuego, especialmente porque en algunas ocasiones se entregan a personas que, en realidad, no deberían poseer una.
“Es hora de actuar”, advirtió el jefe del ejecutivo estadounidense durante su intervención televisada desde la Casa Blanca.
“Un arma es para defenderse”
A pesar de que hay una gran cantidad de voces a favor de una nueva regulación, muchas otras personas consideran que el uso de las armas es algo que está contemplado por la Segunda Enmienda de la Constitución y que no hay espacio para el debate.
Julio Martínez, un veterano de la guerra de Vietnam y acérrimo a las ideas ultraconservadoras, defiende que “un arma no es para matar a gente sino para defenderte”, un argumento que sirve igualmente para decir que “un auto como tal no es peligroso a pesar de que también puede ser utilizado para matar a otras personas”.
“Si alguien viene a atacarme a mí y no se va, yo sí que le voy a dar un plumazo. Pero yo no creo en la cobardía, y las personas que están en contra de esto son personas que suelen estar afiliadas al Partido Demócrata y, hoy en día, a Joe Biden, que es el peor presidente que he conocido desde 1954”, apostilló.
Biden: “Podemos salvar vidas”
En sus declaraciones a la nación, este martes, el presidente Biden cuestionó la política de uso de armas en EE.UU.: «¿Cuándo le vamos a hacer frente a los cabilderos de la industria de las armas?”, dijo. “Estoy harto de esto, tenemos que actuar”, asestó.
El mandatario estadounidense aseguró que «este tipo de tiroteos masivos rara vez ocurren en otras partes del mundo», y pidió a los legisladores tener el valor para afrontar el reto de regular las armas en el país. «¿Dónde, en el nombre de Dios, está nuestro carácter para tener la fuerza necesaria para enfrentarlo? Es hora de convertir este dolor en acción», dijo el presidente.
Los datos
No existe una cifra oficial de cuantos estadounidenses poseen un arma de fuego porque la ley federal prohíbe un registro de ciudadanos privados. Según encuestas del Centro de Investigaciones Pew y la Universidad de Harvard, un 40% de los estadounidenses confirman que ellos o alguien en su hogar tiene un arma.
Un informe de Small Arms Survey, con sede en Suiza, señala que los ciudadanos estadounidenses poseen 393 millones de armas, situando al país como el primero de todo el mundo en armas de fuego per cápita.
Otro estudio del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington reveló que el país norteamericano ocupaba el segundo lugar después de Brasil en el número total de muertes por armas de fuego.
El reflejo de la división
Una encuesta de SSRS, publicada por CNN, reveló que el 70 por ciento de la población respalda leyes de armas mucho más estricta. Mientras que el 27 por ciento se opone a ello.
“Los números hablan por sí solos. En la vida todo son números, si yo tengo más que tú, la gente dice que valgo más que tú, si no tenemos armas, los delincuentes van a gobernar y yo no puedo darme el lujo de permitirlo”, justifica Martínez para defender el uso de armas en Estados Unidos.
Confianza en la nueva administración
Sin embargo, Fernández, el joven sobreviviente de la tragedia de Parkland, que creó su propia organización “Stories Untold US” (Historias sin explicar) enfocada en víctimas por el uso de armas, considera que es hora de que los representantes políticos sean conscientes del “clamor del pueblo”.