- “La democracia está en vilo”: Duro reclamo de la Corte Suprema por el bloqueo de manifestantes pro-Gustavo Petro al Palacio de Justicia, sede de la Corte Suprema
- Los manifestantes, convocados por el Gobierno Nacional, bloquearon todas las salidas del Palacio de Justicia, lo que desató el caos en la zona céntrica de la capital colombiana, luego que la corte decidiera aplazar la votación para elegir un nuevo fiscal general
Bogotá, Colombia – Un grupo de manifestantes, convocados en principio por el presidente Gustavo Petro, asedió el jueves durante varias horas la sede de la Corte Suprema, impidiendo la salida de los jueces lo que requirió la intervención de elementos de la Policía que disolvieron la manifestación horas después.
Los manifestantes, convocados por el Gobierno Nacional, bloquearon todas las salidas del Palacio de Justicia, lo que desató el caos en la zona céntrica de la capital colombiana.
“La democracia queda en vilo cuando cualquier sector o actor de un país pretende presionar política, física o moralmente decisiones de la justicia. En un Estado de derecho como el colombiano, la función judicial solo está sometida al imperio de la ley. Todo conflicto o diferencia deben ser tramitados por medio de los procedimientos institucionales consagrados en el orden jurídico”, subraya el comunicado.
Con estas duras palabras, emitidas en un comunicado publicado en la tarde de este jueves, la Corte Suprema de Justicia rechazó el asedio de cientos de manifestantes a la sede del Palacio de Justicia en Bogotá.
La multitud, que fue convocada por el presidente Gustavo Petro, bloqueó todas las salidas del recinto, gritando arengas contra los magistrados y pidiendo que lleve a cabo la elección de la fiscal General de la Nación, un procedimiento que ese alto tribunal tiene en trámite.
Luego de la intervención de las autoridades, los magistrados pudieron salir del alto tribunal. Algunos togados dijeron a los medios de prensa que se sintieron secuestrados.
Para la Corte, el bloqueo “además de afectar gravemente el derecho a la libertad de locomoción, pone en grave riesgo la vida e integridad física de magistrados, empleados, periodistas y demás ocupantes de la principal sede judicial del país”.
El alto tribunal indicó que defiende el derecho a la libre protesta, pero que “es inaceptable que se llegue a sitiar a jueces cuya independencia, autonomía e imparcialidad debe ser impulsada y promovida tanto por la sociedad como por los poderes públicos del Estado”.
Finalmente, le exigió “al Gobierno Nacional brindar las garantías necesarias para que el ejercicio de las competencias de esta corporación y los demás jueces colombianos se puedan desarrollar sin presiones, hostigamiento o amenazas”.
Hacia las 5:20 de la tarde de este jueves, los magistrados pudieron salir del Palacio de Justicia, custodiados por la Policía Nacional.
El propio director de la Policía, general William Salamanca, tuvo que hacerse presente en el Palacio de Justicia para intervenir en la situación.
Reacción de César Gaviria
En tanto, el expresidente César Gaviria, calificó los hechos como un atentado a la democracia y a las instituciones públicas, en particular del poder Judicial, en los 200 años de historia del país.
En un mensaje en su cuenta de X, antigua Twitter, el exmandatario colombiano instó a la ciudadanía y a los partidos políticos colombianos a estar alerta ante las amenazas que se ciernen sobre el sistema democrático colombiano.
Advirtió que “Los actos en que está incurriendo el gobierno del presidente Petro, se trata de actos ilegales, e inconstitucionales. El presidente Petro está actuando con actos violatorios de la constitución. No solo se salió del Estado de Derecho sino que estaría incurriendo en actos criminales.”
Gaviria hizo un llamado “a los ciudadanos de Colombia, a sus partidos políticos, a sus organizaciones gremiales, a los organizaciones no gubernamentales, a defender nuestra democracia. A la justicia se le fortalece y se le respeta.”
Poco después del incidente, el presidente Petro ordenó de inmediato a la Policía que detuviera la manifestación, y atribuyó el desorden y el caos a lo que calificó de elementos infiltrados entre los manifestantes, los cuales no identificó.