La artista dominico-americana Patria Alberti narra las horribles horas vividas durante las catastróficas inundaciones del pasado fin de semana en la capital dominicana, donde se hallaba visitando a familiares.
Por algún motivo divino, estando en el país para los recientes acontecimientos e inundaciones, optó el sábado 18 de noviembre a la misma hora del terrible colapso, en desviarse junto a una amiga y tomar otra dirección en vez de atravesar el Expreso en el paso a desnivel en la avenida 27. Hoy se solidariza con los afectados por toda la tragedia en el país.
West Palm Beach, Florida. – Era un 18 de noviembre normal como cada día en República Dominicana para Patricia Alberti, prestigiosa artista plástica residente en Florida quien viajó al país para encuentros familiares. En medio de la vorágine propia del quehacer cotidiano, había aprovechado horas de la mañana para diligencias antes del anunciado mal tiempo donde estuvo a punto de pasar por la «Zona Cero» del colapsado túnel del paso a desnivel en la avenida 27 de Febrero con Gómez.
Patricia y una amiga fueron “salvadas por la misericordia divina” de haber tomado a la misma hora en que colapsaron los 4 paramentos, el paso a desnivel del Expreso 27 de Febrero (Túnel) con esquina Máximo Gómez, cuando buscando una salida rápida en medio de calles anegadas, optaron en un pequeño vehículo en que se movilizaban, irse por otra ruta, aunque fuera más largo el tiempo hacia donde se dirigían.
“El sábado 18 de noviembre, mientras la ciudad se preparaba para la tormenta anunciada, una breve pausa en la mañana permitió a los residentes y visitantes, incluyéndome a mí, salir para realizar diligencias esenciales. Sin embargo, alrededor del mediodía, la tormenta desató su furia con una lluvia copiosa que alteró la vida diaria, cobrándose incluso algunas vidas.”
“El trayecto desde la Zona Colonial hasta el Ensanche Serrallés, donde me hospedaba, fue angustiante. Temía que el Suzuki Swift de mi amiga no resistiera las inundaciones urbanas” explica agradecida de Dios Patricia Alberti, una comunitaria y artista que reside en West Palm Beach aquí en Florida.
“Fueron las horas más angustiosas de toda mi vida en mi país. Llovía a cántaros sin parar, calles anegadas, desconsideración en las vías de los demás conductores, frente a un minúsculo vehículo que cuando una yipeta pasaba al lado, dejaba sin ninguna visibilidad al lanzar magnos chorros de agua, entre otros obstáculos”, cuenta en exclusiva a RoseMaryNews .
“Viajando por la Avenida Bolívar, nos enfrentamos a corrientes de agua que desafiaban la seguridad de nuestro tránsito. El agua, subiendo peligrosamente, amenazaba con atrapar nuestro vehículo en su furia.”
“La situación se tornó aún más precaria cuando consideramos desviarnos por la Avenida Máximo Gómez justo cruzaríamos el Túnel, afortunadamente, optamos por no hacerlo, evitando así el caos que se había desatado en la avenida 27 de febrero y del que ya todos conocer resultados y una poderosa razón para agradecer a Dios la vida de quienes no estábamos pasando por ese lugar a esta hora y día. Nos solidarizamos con familias afectadas en el país”, sostiene la reconocida artista plástica.
Patricia retornó a Florida “sana y salva” y en diciembre dejará expuestas obras en la Galería de Arte del connotado maestro Máximo Caminero junto a otras dos artistas, una fusión femenina por primera vez en West Palm Beach promoviendo también sus raíces hispanas.
“Una Vivencia Personal en Medio del Caos Climático y la necesidad de mayor responsabilidad Vial”
“Esta experiencia en Santo Domingo me llevó a reflexionar profundamente sobre los problemas de drenaje de la ciudad, reconociendo que no es solo una responsabilidad del gobierno, sino también de los ciudadanos que, al arrojar basura en las calles, obstruyen los drenajes y agravan las inundaciones”, añade Patricia Alberti.
“Este comportamiento irresponsable va más allá de causar daños materiales, creando condiciones que favorecen la propagación de enfermedades. Adicionalmente, el incidente destaca la importancia de la conciencia vial, especialmente bajo condiciones climáticas adversas.”
“Mientras trabajamos para mejorar nuestras infraestructuras y nos preparamos para enfrentar futuros desafíos naturales, es crucial fomentar un sentido de responsabilidad y cuidado mutuo en nuestras calles y comunidades, subrayando que cada acción individual impacta significativamente en el bienestar colectivo”, precisa en su reflexión personal sobre lo que vio durante las recientes inundaciones en República Dominicana.