Según NORAD, los vuelos rusos no estaban de ningún modo relacionados con las misteriosas apariciones de objetos voladores derribados recientemente por los militares estadounidenses.
Washington, DC — Varios bombardeos estratégicos y aviones jet de combate rusos fueron interceptados por fuerzas de defensa aérea de Norteamérica cuando volaban en espacio aéreo internacional cerca de Alaska, informó el Comando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD).
Los aviones, que fueron identificados el lunes, no entraron el espacios aéreos de Estados Unidos o Canadá y no presentaron una amenaza, dijo el centro conjunto EEUU-Canadá en un comunicado fechado el martes.
Según el documento, los vuelos rusos no estaban de ningún modo relacionados con las misteriosas apariciones de objetos voladores derribados recientemente por los militares estadounidenses dentro del espacio aéreo de Norteamérica, informa la Voz de América.
«NORAD había anticipado esta actividad de Rusia… Dos cazas F-16 de NORAD interceptaron a los aviones rusos”, dijo.
Estados Unidos también hace frecuentemente operaciones de reconocimiento, pero no entra al espacio aéreo de otros países y tales vuelos son comunes en las operaciones militares.
«NORAD monitorea rutinariamente movimientos de aviones extranjeros y si lo considera necesario los escolta”, añadió la nota.
Rusia dijo este miércoles que había hecho varios vuelos sobre aguas internacionales en los últimos días, incluso en el mar de Bering entre Alaska y Rusia.
Describió que dos de sus bombarderos estratégicos Tu-95MS volaron sobre el mar de Bering acompañados por jets Su-30 y que hace vuelos similares de “rutina” al norte de Noruega y sobre aguas internacionales cerca del extremo oriente de Rusia.
Sin embargo, no aclaró si algunos de esos aviones habían sido interceptado.
«Los pilotos de la aviación de largo alcance regularmente vuelan sobre aguas neutrales del Ártico, el Atlántico norte, el mar Negro, el mar Báltico y el océano Pacífico”, dijo el ministerio de defensa ruso.
Las fuerzas de seguridad de Norteamérica están en estado de alerta máxima desde que un globo chino, presuntamente de espionaje, atravesó el espacio aéreo de Estados Unidos y fue derribado en el océano Atlántico cerca de las costas de Carolina del Sur.
Aunque Rusia ha hecho vuelos sobre el mar de Bering anteriormente, sus vecinos en la región se han preocupado más de las actividades militares de Moscú desde su invasión a Ucrania el año pasado.