Millones de estadounidenses ya han votado de forma anticipada, presencial o por correo en los comicios que definirán las composición de la Cámara de Representantes y de una tercera parte del Senado. La jornada oficial del sufragio concluye a las siete de la noche de este martes.
Washington, DC — A pocas horas de que cierren los primeros recintos electorales en diferentes estados de Estados Unidos, la jornada en las elecciones de medio término transcurre con pocos contratiempos.
Algunas máquinas de conteo electrónico fallaron en el condado de Mercer, en Nueva Jersey, y en el condado de Maricopa, en Arizona, donde alrededor del 20 % de los dispositivos estaban teniendo problemas para leer las boletas, según Stephen Richer, registrador del condado. El conteo final de los votos no se vería afectado por las averías, confirmaron las autoridades.
El expresidente republicano Donald Trump y sus seguidores aprovecharon los inconvenientes para afirmar sin motivo que esta era una evidencia de fraude electoral por parte de los demócratas.
Algunos sitios de votación en Carolina del Norte se retrasaron en la apertura porque los trabajadores llegaron tarde, aunque los funcionarios pueden extender el horario de votación. Y en un condado de Pensilvania, los lugares de votación se apresuraron a reponer las escasas boletas de papel.
“Estas son cosas que vemos en cada ciclo electoral”, dijo Susannah Goodman, directora de seguridad electoral de Common Cause, un grupo que aboga por el acceso al voto.
El conteo de votos podría retrasarse en muchas comunidades por los cientos de miles de boletas enviadas por correo que no se cuentan hasta después del cierre de las urnas. El resultado de numerosas contiendas no se conocerá hasta dentro de varios días.
En uno de los centros de votación de Miami en Florida, electores expresaron que la inflación era el asunto principal que los motivaba a llegar hasta las urnas.
“Me han asustado los últimos cambios en la economía y me han hecho recordar a mi país de origen, es incómodo no poder proyectarse a un futuro cercano porque no sabemos qué va a acontecer”, dijo a la Voz de América una electora de origen argentino que se identificó como Rosa.
En Washington DC, la jornada electoral avanzaba con normalidad. Pasado el mediodía en la librería pública Martin Luther King, ubicada al noroeste de Washington DC, el flujo de votantes se mantenía alto y los oficiales electorales esperaban mayor tráfico que en la elección general. A la 1 p.m., el total de electores superaba los 1.357.
“La concurrencia de electores ha sido muy buena, estamos felices de verlos”, dijo una de las funcionarias electorales en el lugar identificada como Phyllis. “Tenemos a la Policía de DC y a la policía de la biblioteca, solamente tenemos que manejar las cosas de acuerdo con el protocolo pues cualquier cosa puede pasar. Lo estamos tomando un minuto a la vez”, dijo, y aseguró que al momento no se habían encontrado con problemas de seguridad.
Kathy Flynn, residente de Capitol Hill, dijo a la VOA que las problemáticas que le impulsaron a votar fueron el alto costo de vida en el Distrito de Columbia y la falta de vivienda accesible para los residentes de bajos recursos.
Todos los escaños en la Cámara de Representantes están a votación este año, así como alrededor de la tercera parte del Senado. En juego está el control de ambas cámaras del Congreso, las cuales están actualmente bajo liderazgo demócrata.
[Con la colaboración de Toni Belchi, periodista de VOA, desde Miami, e información de AP y Reuters]