Las nuevas medidas relacionadas con Cuba anunciadas el lunes por el gobierno del presidente de EEUU, Joe Biden, eliminan algunas de las restricciones impuestas por la administración anterior de Donald Trump, especialmente en el tema migratorio.
Washington, D.C. — Funcionarios de alto rango en la administración Biden subrayaron el lunes en una conferencia de prensa telefónica que las nuevas medidas anunciadas sobre Cuba están dirigidas “a aumentar el respaldo al pueblo cubano y proteger la seguridad nacional de Estados Unidos”.
“Nuestra política hacia Cuba continúa centrada en los derechos humanos y en empoderar al pueblo cubano a determinar su propio futuro, y continuaremos demandando al gobierno cubano a que libere a todos los prisioneros políticos”, explicó un panelista.
Un funcionario dijo que la revisión ordenada por el presidente Joe Biden de la política hacia Cuba se centró en dos objetivos: promover una responsabilidad por los abusos a los derechos humanos y explorar vías que realmente ayuden al pueblo cubano.
Entre ellas, señaló, la administración se ha esforzado por facilitar la llegada a Cuba de exportaciones de bienes privados y donaciones por medio de oenegés y aumentado la ayuda a los familiares de las personas encarceladas en cinco millones de dólares, además de espaldar tecnologías de evasión de la censura para que el pueblo cubano pueda tener la capacidad de comunicarse entre sí.
“Las medidas de hoy son pasos prácticos para abordar la situación humanitaria y responder a las necesidades del pueblo cubano”, dijo el funcionario y destacó que fueron concebidas para no enriquecer a los que cometen abusos a los derechos humanos.
Añadió que EEUU no “removerá a entidades cubanas de la lista restringida del sistema de remesas” y “continuará elevando el tema de los derechos humanos, el tratamiento de los presos políticos y en particular los derechos laborales en Cuba”.
“El tema de los derechos laborales en Cuba es algo fundamental para la administración Biden Harris”.
Por su parte los republicanos criticaron las nuevas regulaciones e incluso algunos legisladores las consideran «una traición» hacia el pueblo cubano como lo indicó en Twitter el representante por Florida Mario Díaz-Balart.
Marco Rubio, senador republicano por Florida y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, también rechazó por medio de un tuit las nuevas regulaciones.
“El régimen en Cuba amenazó a Biden con la migración masiva y tiene simpatizantes dentro de la administración y el resultado es que hoy vemos los primeros pasos hacia las políticas de Obama sobre Cuba”, sentenció.
Este martes, la portavoz en español de la Casa Blanca, Luisana Pérez, defendió las medidas en una entrevista con la Voz de América.
“Sabemos que la comunidad cubana estaba esperando. Era un anuncio importante. Recordemos que estamos hablando de familias que estaban esperando ser reivindicadas”, dijo Pérez.
Otra cuestión que se planteó en la conferencia de prensa fue el de la seguridad de los diplomáticos estadounidenses en Cuba después de haber sido retirados casi en su totalidad en 2017 a causa del misterioso “Síndrome de La Habana”, una extraña enfermedad que aún no ha sido esclarecida y fue incluso interpretada como cierto tipo de “ataques sónicos” intencionales.
Según los panelistas, la prioridad del gobierno y el Departamento de Estado es la seguridad de su personal diplomático en el exterior y dijeron que se ha estado trabajando estrechamente con varias agencias como el FBI para aumentar el personal en La Habana con la apropiada seguridad.
Sin embargo, reveló que aún no se ha llegado a una conclusión sobre los incidentes y se siguen investigando.
[Con reporte de Jorge Agobian, corresponsal en español para la VOA en la Casa Blanca]