El Departamento de Estado precisó que la recompensa de cinco millones de dólares tiene como objetivo, entre otros aspectos, encontrar a los responsables de financiar y ordenar el asesinato del fiscal Marcelo Pecci.
Miami, EEUU — El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció el jueves una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información sobre los responsables del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ultimado en una playa privada de Barú, cerca de Cartagena, Colombia, en mayo.
En un comunicado, el Departamento señala que la recompensa busca conducir «al arresto y/o condena de las personas aún desconocidas que conspiraron o intentaron participar en el homicidio» y encontrar a los responsables de financiar y ordenar el hecho.
Estados Unidos también agradeció el jueves «por la destacada investigación» de las autoridades de ese país, que condujo a la captura de cinco de los individuos involucrados en el asesinato, informa la Voz de América.
El presidente paraguayo Mario Benítez y el embajador de Estados Unidos en Asunción, Marc Ostfield, se hicieron eco desde Paraguay de la recompensa, durante una rueda de prensa. El diplomático afirmó que «cualquier información vinculada a esta recompensa debe dirigirse al Ministerio Público de Paraguay, o a la DEA de los Estados Unidos, por correo electrónico, teléfono, mensaje de texto o WhatsApp».
En junio, un juez colombiano condenó a 23 años y seis meses de cárcel a cuatro responsables confesos. Entre los sentenciados, según las autoridades, se encuentra el venezolano Wendre Still Scott Carrillo, quien disparó contra el fiscal. También fue condenada Marisol Londoño Bedoya y su hijo Cristian Camilo Monsalve Londoño, quienes desde Medellín viajaron hasta Cartagena para seguir de cerca a Pecci.
El mismo mes, la policía de Colombia anunció una recompensa de 500 millones de pesos (unos 132.000 dólares) por información de los sospechosos.
Su asesinato ocurrió el 10 de mayo, mientras disfrutaba de su luna de miel, junto a su esposa, cuando fue interceptado por personas que se transportaban en una moto acuática, en la playa de Barú.