El Ministerio Público, Aduanas y el MIREX realizan sendas pesquisas. El yate Flying Fox estuvo en la isla Catalina, en aguas frente a La Romana, procedente del territorio insular franco-caribeño de Saint Barth. Antes, había hecho escala en Italia.
Santo Domingo, República Dominicana – El gobierno dominicano confirmó este lunes el desarrollo en curso de una pesquisa en torno al lujoso yate Flying Fox, retenido en el muelle Don Diego de la capital dominicana, cuya presencia no ha sido aclarada del todo por las autoridades pertinentes.
El consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Antoliano Peralta, declaró a la prensa que “efectivamente, se realiza una investigación sobre el yate, en la que participan el Ministerio Público, la Autoridad de Puertos y la Cancillería”, sin ofrecer más detalles.
Una ola de misterio rodea la la presencia del lujoso yate Flying Fox, que este lunes permanece anclado y atrae las miradas de curiosos en el puerto de Santo Domingo, mientras las autoridades portuarias, de la terminal y de Aduanas insisten en su negativa a aclarar el estatus de embarcación que originalmente tenía previsto zarpar el viernes pasado.
Ante las versiones de que el yate no ha zarpado por una solicitud del gobierno estadounidense, el consultor jurídico del poder Ejecutivo confirmó, sin dar detalles, la existencia de una investigación.
Sin embargo, ni la Cancillería, ni el Ministerio Público, ni la Dirección de Aduanas ha ofrecido detalles sobre dicha investigación y la presencia de agentes nacionales y de Estados Unidos en ese yate, al menos en una ocasión.
Fuentes vinculadas a las operaciones portuarias indicaron al portal Noticias SIN que una comisión integrada por la Armada acudió durante el fin de semana a la embarcación para verificar que tuvieran sus documentos en regla, pero sin precisar al capitán del yate la causa de dicha investigación.
El Flying Fox, arribó al puerto Don Diego el pasado 21 de marzo sin ningún pasajero, sólo con sus 57 tripulantes, quienes durante su estadía en Santo Domingo han realizado labores de abastecimiento de combustible, agua potable y alimentos.
Antes de llegar a Santo Domingo, el yate estuvo en la isla Catalina, frente a La Romana, a donde llegó procedente del territorio insular franco-caribeño de Saint Bart. Antes, hizo escala en un puerto de Italia.
Tras la versión de medios de comunicación de que el lujoso yate es propiedad de un magnate ruso a quien el gobierno estadounidense trata de congelar sus bienes en represalia por la invasión del Kremlin a Ucrania, decenas de curiosos han acudido a la zona para tomarse “selfies” frente el barco.
Con 136 metros de eslora, dos helipuertos, piscina de 12 metros de longitud y 11 suites con baño individual cada una para unos 25 pasajeros, el yate de fabricación es considerada una de las embarcaciones de recreo más lujosas del mundo.
Se espera que en las autoridades que trabajan en las pesquisas del barco emitan un comunicado esclarecedor sobre la estancia de la embarcación en el país.