Por: María Marín*
En este mes de octubre se crea conciencia de una enfermedad que lleva por nombre una palabra con la connotación más fuerte en nuestro lenguaje. Me refiero a la palabra “CÁNCER”. El día que fui diagnosticada con cáncer de mama, descubrí lo dificultoso que es pronunciar esta palabra. Me di cuenta porque cada vez que tenía que contarle a alguien las noticias de mi enfermedad, no podía decir: “tengo cáncer”.
Recuerdo que cuando tuve que hablar con mi padre sobre mi situación, pensé mil veces en cual sería la mejor manera de darle la noticia sin sonar “lúgubre”. Además de tener terror a usar esta palabra “prohibida”, también me entristecía que mi padre pensara que yo iba a pasar por lo mismo que mi madre, quien murió de cáncer de mama a los 33 años.
Así que sutilmente y fingiendo que mi noticia no era algo tan importante, le dije: “Papá, por favor no quiero que te preocupes, solo quiero dejarte saber que me hicieron una biopsia del seno izquierdo y los resultados son positivos”. Rápidamente preguntó preocupado “¿explícame bien que significa eso?” y sin más remedio tuve que usar un derivado de palabra que tanto miedo me daba pronunciar. “Papá, esto significa que me encontraron células cancerosas”.
Durante este proceso me he dado cuenta que no soy la única a quien se le hace difícil asimilar esta palabra, sino que también a los que me rodeaban. De los cientos de textos que recibí en mi celular, todos expresaban mensajes solidarios como: “Déjale este problema a Dios”, “Me enteré que estás pasando por una situación difícil”, “Siento mucho lo que te está sucediendo”, “Sé que vas a superar esta prueba”. Sin embargo, en ninguno de los mensajes aparece la palabra cáncer.
¿Por qué se nos hace tan difícil decir esta palabra? Porque pensamos que es sinónimo de muerte. Creemos que si le decimos a una amiga “Me enteré que te diagnosticaron con cáncer de mama” es lo mismo que decirle “Me enteré que te vas a morir”. Es cierto que muchos mueren de cáncer, pero también es cierto que muchos lo superan.
Es hora de que cambiemos el significado tan fúnebre que le hemos asignado a este padecimiento. Esto ayudaría, mental y emocionalmente, a los pacientes de cáncer a pelear con este mal. Si al igual que yo has sido diagnosticado con esta enfermedad, convéncete de que el cáncer no es una sentencia de muerte, más bien es una prueba que te hará más fuerte.
*Breve sobre María Marín
María Marín es la principal motivadora entre los hispanos y una gran embajadora del éxito en la cultura Latina. People en Español la ha seleccionado en dos ocasiones entre las 25 mujeres Hispanas más poderosas (2012, 2018).
Su carrera comenzó enseñando estrategias de negociación para empresas Fortune 500 en los Estados Unidos y América Latina convirtiéndose en la única mujer Latina experta en el arte de negociar. Después de varios exitosos años en el mundo corporativo, le dio un giro a su carrera y decidió enfocarse en lo que más le apasiona; el campo del crecimiento personal.
Hoy día su mensaje inspirador llega a millones semanalmente por medio de su innovador programa en Facebook “María Marín Live”, el primer “reality” en vivo en la redes sociales, asī como sus libros bestsellers, columna semanal sindicalizada en más de 100 periódicos, conferencias internacionales, presentaciones en la cadena Telemundo y su alcance en la redes sociales con más de 1,300,000 seguidores. Y por cuatro años (2009, 2010, 2013, 2015) Radio Ink Magazine la nombró como una de las mujeres más influyentes en la Radio.
Desde pequeña María ha tenido que enfrentar adversidades; la muerte de su madre cuando tenia 9 años, serios problemas de diabetes desde la adolescencia y la vida le puso otra prueba cuando tuvo que batallar con el cáncer de mama recientemente. Hoy día ella es ejemplo de que si trabajas duro, haces la cosas con pasión y no te rindes, puedes superar cualquier adversidad y regresar más fuerte que nunca.