La autora es ex presidenta del Colegio Dominicano de Periodista y activista social de gran prestigio en la República Dominicana y en el exterior. Es defensora del civismo en el país, por lo que ha recibido galardones de diferentes sectores sociales, siempre en búsqueda de la paz y la justicia.
Por Mercedes Castillo
Sin una real y efectiva comunicación entre los miembros de una familia, de una organización, de una comunidad, de una empresa o localidad y sus autoridades y entre gobernante y gobernados se hace muy difícil o imposible lograr las metas y objetivos trazadas.
La comunicación es diálogo, es participación, es encuentro, es poner en común cosas, es guardar respeto y consideración por el otro o por los demás y entre todos.
Para que exista una real y efectiva comunicación entre las partes envueltas el respeto, la confianza y la verdad tienen que prevalecer. Eso es básico para iniciar y desarrollar un proceso comunicacional abierto y creíble.
En la familia
Cuando en la familia se produce un proceso comunicacional fiable, dentro del marco del respeto para cada miembro de la familia, es decir, de hijos con sus padres y padres hacia los hijos y entre mamá y papá o la pareja que es la máxima autoridad del hogar, debe y tiene haber respeto a los derechos humanos de cada cual o cada uno.
De lo contrario, el proceso de comunicación se ve afectado. En la familia también los niños/as, adolescentes, jóvenes, mujer, hombre, abuelos tienen sus derechos humanos que deben ser respetados. Solo así habrá comunicación real. Y solo así lograrán sus metas como familia.
En la organización
En cualquier tipo de organización la comunicación es fundamental y determinante para el buen funcionamiento de la misma. Tanto entre los mandos altos de dirección como entre ellos y los mandos medios y bajos. La comunicación de arriba hacia abajo como de abajo hacia arriba. Estamos hablando de la comunicación ascendente y descendiente entre todos los niveles.
En otras palabras, el proceso de comunicación horizontal debe practicarse, pues se requiere escuchar con la debida atención y respeto a quienes ejecutan las políticas de la institución, tanto a lo interno como a lo externo. Entre ellos: las secretarias, recepcionistas, los conserjes, mensajeros, entre otros. Ellos constituyen la mejor fuente de retroalimentación que debe recibir permanentemente la organización o institución.
En la comunidad
Igualmente, las comunidades políticas, eclesiales, académicas, así las comunidades geográficas, (barrios, sectores, ensanches, urbanizaciones, campos, comunidades montañosas, distritos municipales, municipios y provincias) necesitan de la comunicación humana y social para poder desarrollarse y convivir. No se puede vivir aisladamente. El ser humano es sociable, es comunicativo, es asociativo, por lo que siempre buscará la forma de comunicarse para vivir en comunidad.
Gobernante y gobernados
Un gobierno, un presidente siempre se debe a su pueblo, a su gente que lo eligió para que lo represente. Un presidente debe oír las diversas opiniones, debe escuchar la opinión Pública. No debe molestarse por opiniones en contra de su gobierno. La democracia implica el derecho a pensar diferente.
La comunicación permanente con sus gobernados le producirá empatía, buena percepción y cercanía. No hablamos de sobreexposición del gobernante, nos referimos a la necesaria comunicación entre gobernante y gobernados. Por fortuna, el actual presidente Luis Abinader comunica bien con el pueblo
Debe haber un diálogo permanente, propiciarlo desde el gobierno para escuchar a su pueblo y a todos los sectores de la vida nacional. Ese proceso comunicacional humano y social es imprescindible para la buena marcha de la sociedad. Y todo buen dominicano quiere lo mejor para su país. Definitivamente, sin comunicación real y efectiva no puede haber buena dirección en las instituciones y en la sociedad. Enhorabuena!