Este domingo se realizaron las votaciones para elegir a las autoridades de las 153 alcaldías de Nicaragua. Los comicios estuvieron marcados por reducciones en las campañas electorales, y la falta de una oposición creíble. Se estima que la abstención rondó el 82%.
San José, Costa Rica — Las votaciones municipales de Nicaragua este domingo dieron como resultado la adjudicación de la mayoría de las alcaldías al oficialista Frente Sandinista, según el informe preliminar leído este lunes por la presidenta del Consejo Supremo Electoral.
Hasta las 11:00 a.m. (hora local de Managua) del lunes, 112 alcaldías, de las 153 que hay en Nicaragua, habían sido otorgadas al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Se espera que en horas de la tarde se brinde un informe final sobre los polémicos comicios, que fueron señalados por supuestas irregularidades, según la organización nicaragüense Urnas Abiertas.
En los comicios de 2017, el FSLN obtuvo 135 alcaldías, mientras que el resto fueron distribuidas a los partidos de oposición.
Las alcaldías independientes denunciaron asfixia económica y otras presiones por parte del ejecutivo de Daniel Ortega, quien gobierna el país desde hace más de 15 años.
Estiman abstención de más del 80%
Se estima que la abstención en estos comicios rondó el 82%, según un informe presentado por Urnas Abiertas que monitoreó el proceso desde Nicaragua.
Según el informe, los trabajadores del Estado fueron “presionados” a votar y en el 63% de los centros de sufragio observados “se comprobó la instalación de puestos de control” y vigilancia por parte de operadores políticos sandinistas para saber quiénes acudían a votar y quiénes no.
Para estos comicios se instalaron unos 3.106 centros de votación para que acudieran unos 3,7 millones de nicaragüenses a las urnas para elegir a 153 alcaldes, 153 vicealcaldes y más de 6.000 concejales.
Se produjeron críticas al proceso. El exembajador de Nicaragua en la OEA Arturo McFields indicó en Twitter que “la dictadura” se había quedado con el 100% de las alcaldías tras realizar unas elecciones “sin competencia” real, y con más de 1,000 candidatos fantasmas.
EEUU también había avizorado “otra farsa electoral” del gobierno de Ortega, según dijo el viernes subsecretario para América Latina del Departamento de Estado, Brian Nichols.
El gobierno de Ortega, que vive una de las peores crisis políticas en los últimos años, aseguró que los nicaragüenses eligieron “democráticamente” a sus ciudadanos “sin injerencia extranjera”.