El Ministerio Público le imputa a Rosa Elena Bonilla, esposa del exmandatario Porfirio Lobo (2010-2014), apoderarse de más de 12 millones de lempiras (unos 480.000 dólares), de una cuenta a nombre del Despacho de la Primera Dama y Casa Presidencial y depositó en su cuenta personal cuatro días antes de que terminase el gobierno de su esposo.
Tegucigalpa, Honduras — La ex primera dama hondureña Rosa Elena Bonilla de Lobo llegó el martes al Tribunal de Sentencia de la Corte Suprema para el inicio de la repetición del juicio en su contra por ocho delitos de fraude y uno de apropiación indebida.
“No sabemos lo que pasó en mi primer juicio, fue una ilegalidad total, en el que hubo presiones… ahorita vamos a otra etapa, un nuevo tribunal. Y lo único que pido es que se me haga justicia y dejen que me defienda”, expresó Bonilla a medios de prensa al ingresar al tribunal.
El juicio estaba programado para el 20 de julio de 2021 pero fue suspendido debido a que parte del equipo de fiscales de la causa estaba contagiado de COVID-19. La procesada es la esposa del expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014), a quien Estados Unidos le prohibió la entrada a su territorio por supuestamente aceptar sobornos de narcotraficantes a cambio de favores políticos, según dijo en su momento el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, informa la Voz de América.
El nuevo proceso también involucra a Saúl Fernando Escobar, quien fue secretario privado de Bonilla y está acusado de tres delitos de fraude. “Quiero demostrar que yo no tomé nada, que me den esa oportunidad”, enfatizó la ex primera dama.
“El juicio se extenderá hasta el próximo 28 de febrero en el que se analizarán pruebas documentales, testificales y periciales”, dijo a The Associated Press la portavoz del Poder Judicial, Lucía Villars.
El 4 de septiembre de 2019 la esposa del expresidente fue condenada a 58 años de prisión por tres delitos de apropiación indebida y ocho de fraude, mientras que Escobar recibió una pena de 48 años de prisión por varios delitos de fraude.
Pero el 13 de marzo de 2020 la sala de lo penal de la Corte Suprema de Justicia resolvió por unanimidad anular la sentencia de ambos y ordenó que se realice un nuevo juicio, aduciendo un mal procedimiento en el desarrollo del primer proceso. Posteriormente ambos quedaron en libertad.
A Bonilla y Escobar se los vincula con el caso denominado “Caja chica de la dama”, que fue divulgado inicialmente por la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad de la Organización de Estados Americanos.
Según el Ministerio Público, la esposa del exmandatario se apoderó de más de 12 millones de lempiras (unos 480.000 dólares), que tomó de una cuenta a nombre del Despacho de la Primera Dama y Casa Presidencial y depositó en su cuenta personal cuatro días antes de que terminase el gobierno de su esposo.
La Fiscalía también señala que ella y Escobar se apropiaron de 16 millones de lempiras (unos 650.000 dólares) que sacaron a través de más de 70 cheques emitidos a nueve empresas de fachada entre 2011 y 2015.