Debido al aumento del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado a raíz de la pandemia, las mujeres disponen de menos tiempo para explorar el ciberespacio y entrenarse para desarrollar nuevas habilidades digitales, lo cual impacta en su nivel de riesgo frente a ciberataques y en su posibilidad de navegar con libertad y autonomía en la web.
Washington, DC.- El Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE) y la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) presentaron la publicación “Ciberseguridad de las mujeres durante la pandemia de COVID-19: Experiencias, riesgos y estrategias de autocuidado en la nueva normalidad digital”, la cual expone los principales desafíos y oportunidades para la ciberseguridad de las mujeres surgidos a raíz de la pandemia de COVID-19.
La publicación está disponible para descarga aquí.
Dentro de los principales hallazgos de esta publicación se destacan: Medida que avanza la digitalización, el nivel de exposición a amenazas y ataques cibernéticos varía de persona a persona, dependiendo de contextos personales y factores sociales como el género, la ubicación geográfica, la edad, el origen étnico y los niveles de alfabetización digital.
Ante el incremento de su participación en el ciberespacio, las mujeres están siendo víctimas de forma desproporcionada de ciberacoso, ciberhostigamiento, distribución no consensuada de imágenes íntimas, sextorsión, doxxing, y violencia sexual en línea.
Debido a las restricciones actuales impuestas sobre la escolarización, se prevé que existan mayores obstáculos para el acceso y uso significativo del internet por parte de niñas y jóvenes. Esto se debe a que la educación es uno de los impulsores más importantes de la brecha de género en el acceso a las TIC, con estudios que indican que las mujeres con educación básica tienen seis veces menos probabilidades de estar en internet que quienes han completado la educación media. Esta falta de alfabetización digital las hace más vulnerables ante ataques cibernéticos de diversa naturaleza.
Debido al aumento del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado a raíz de la pandemia, las mujeres disponen de menos tiempo para explorar el ciberespacio y entrenarse para desarrollar nuevas habilidades digitales, lo cual impacta en su nivel de riesgo frente a ciberataques y en su posibilidad de navegar con libertad y autonomía en la web.
Alison August Treppel, Secretaria Ejecutiva del CICTE, expresó que “si bien la ciberseguridad debe ser una responsabilidad compartida, es importante reconocer las experiencias particulares de las mujeres en cuanto a la misma, especialmente a raíz de la pandemia de COVID-19. Tomando esto en cuenta, la presente publicación contiene información que reconoce el potencial que brinda consigo incorporar la perspectiva de género a la ciberseguridad para la mejora de la misma”.
Alejandra Mora Mora, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la OEA, subrayó que “el género reconstruye y define incluso el ámbito de las tecnologías. Este espacio tradicionalmente ha sido manejado por los hombres desde una lógica de la construcción de sus valores, habilidades, lógicas y sus formas de entender el mundo. Por dicho motivo, es tan importante generar políticas para que las mujeres ocupemos este espacio como uno que nos puede ser natural.
Es necesario romper los estereotipos de género desde edades tempranas para eliminar el sesgo de género y para que ellas puedan empezar a feminizar la red.”
La publicación se enmarca dentro de una alianza del Programa de Ciberseguridad adscrito al CICTE y la CIM, buscando difundir conocimientos de seguridad en línea con una perspectiva de género, para así promover reflexiones acerca de estos temas y respuestas por parte de gobiernos, sociedad civil y el sector privado.
Además del análisis documental de diversas fuentes, la publicación también incluye recomendaciones para las mujeres sobre cómo incorporar buenas prácticas de seguridad digital de forma preventiva en la nueva normalidad digital.