- López Obrador asegura que su iniciativa busca transformar y depurar el sistema electoral mexicano.
- Sus críticos sostienen que la propuesta de reforma podría asegurarle al oficialismo el control del organismo electoral de cara a las elecciones presidenciales del 2024.
Ciudad de México — La oposición y organizaciones civiles llamaron el domingo a una marcha en la capital mexicana y otras ciudades contra la reforma electoral promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que plantea cambios políticos radicales y apunta a transformar el Instituto Nacional Electoral, (INE).
En un intento por alentar un movimiento contra la reforma, más de medio centenar de organizaciones civiles y partidos opositores realizaron la llamada “marcha por la democracia” en una de las principales avenidas del centro de la Ciudad de México, en la que se esperaba la participación de algunos expresidentes.
Mientras López Obrador asegura que su iniciativa busca transformar y depurar el sistema electoral mexicano, sus críticos y analistas sostienen que la propuesta de reforma podría asegurarle al oficialismo el control del organismo electoral de cara a las elecciones presidenciales del 2024.
Durante la semana pasada, López Obrador dedicó buena parte de sus conferencias matutinas a criticar a los promotores de la movilización, a los que llamó “cretinos” y “corruptazos”, y los acusó de tratar de “engañar” a la población, informa la Voz de América.
López Obrador sostiene que su iniciativa de reforma electoral busca transformar el INE, reducir su presupuesto y evitar los “fraudes electorales” que asegura que se han cometido en el pasado, aunque la actual directiva del organismo es la que ha avalado los procesos electorales de los últimos años en los que el partido oficialista ha resultado vencedor.
Aunque algunos analistas estiman que el actual sistema electoral mexicano es costoso y requiere modernizarse, muchos temen que el recorte de gastos y la eliminación de las dependencias estatales para concentrar la estructura en un organismo federal podría implicar una pérdida de eficiencia.
Otro de los puntos que ha generado un fuerte debate es el cambio del mecanismo de elección de los magistrados del Tribunal Electoral y la directiva del INE, que se plantea reducir de 11 a siete consejeros.
La propuesta de elección de los consejeros por voto popular se teme que podría restarles autonomía a los nuevos integrantes del INE, ya que muchos de los postulados serían promovidos por los partidos.
Al respecto Patricio Morelos, académico del Tecnológico de Monterrey, afirmó que en el contexto actual en el que López Obrador tiene un alto respaldo popular y su partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) gobierna en la mayoría de los 32 estados del país, el oficialismo tendría más posibilidad para influir en la opinión de los votantes y movilizar a su maquinaria para lograr que sus candidatos sean consejeros y asegurarle al gobierno el control del INE.