Entre la salida de Nicaragua de la OEA y la preocupación internacional por los intentos de evitar la toma de posesión de Bernardo Arévalo como presidente de Guatemala, Estados Unidos reiteró la importancia de las presiones políticas y diplomáticas para buscar acciones democráticas en ambos países.
Washington, EEUU — En medio de la “grave preocupación” en la Organización de los Estados Americanos (OEA) por la situación política en Guatemala y al rechazo a la salida de Nicaragua del organismo, el representante del gobierno estadounidense hizo un llamado a ambos países a “no subestimar” el poder de las presiones internacionales.
Francisco Mora, embajador de EEUU ante la OEA, dijo el lunes en una llamada con medios de comunicación en relación con la separación de Nicaragua, que acciones como medidas cautelares, llamados de atención y comunicaciones sobre abusos de derechos humanos son un “tipo de presión política y diplomática que no se debe subestimar”.
“Yo creo que eso afecta a Nicaragua… yo creo que el régimen lo siente”, apuntó Mora, informa la Voz de América.
Aunque aceptó que Nicaragua se ha negado a acatar las decisiones de la OEA, como resoluciones continuas, “no debemos descuidar que ese tipo de presiones funcionan y contribuyen al aislamiento de Nicaragua, que realmente ha tenido su impacto en Nicaragua… nosotros lo que no podemos hacer es abandonar al pueblo nicaragüense”.
Esto pese a que la OEA “no tiene herramientas para presionar económicamente más a Nicaragua”.
El domingo, 19 de noviembre, Nicaragua dejó de ser parte de la OEA tras cumplirse dos años de su renuncia a la Carta Democrática. Denis Moncada, canciller de Nicaragua, dijo el lunes que Nicaragua ya no tiene ninguna relación con ese organismo.