- El juez Bienvenido Liz también acogió el pedimento de la fiscalía, representada por los litigantes Manuel Cuevas y Pedro Martínez, de declarar el proceso de tramitación compleja, debido, entre otras razones, a la cantidad de víctimas.
- Las investigaciones del Ministerio Público determinaron que la imputada utilizaba documentos falsos para mostrar supuestas transacciones e inversiones, y se determinaron, también, que presentó un negocio ficticio a través de la entidad Black Box Investment E.I.R.L.
Santiago, República Dominicana — A solicitud del Ministerio Público, la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente de Santiago impuso prisión preventiva a la mujer que estafó con más de 50 millones de pesos a decenas de personas a las que prometía multiplicar sus aportes en el mercado de las criptomonedas.
La imputada, Sarah Rodríguez Díaz, estafó a más de un centenar de personas, 49 de las cuales se constituyeron en querellantes, luego de que no recibieran los beneficios que, bajo estrategias engañosas, la imputada ofreció para captar clientes.
El juez Bienvenido Liz también acogió el pedimento de la fiscalía, representada por los litigantes Manuel Cuevas y Pedro Martínez, de declarar el proceso de tramitación compleja, debido, entre otras razones, a la cantidad de víctimas.
El órgano investigador presentó contra Rodríguez Díaz cargos por violación al artículo 405 del Código Penal Dominicano, que tipifica la estafa, así como por los artículos 15 y 18 de la Ley 53-07, Sobre Crímenes y Delitos de Alta Tecnología.
También, por violación al artículo 3, numerales 1, 2, 3 y 4 de la Ley 155-17 contra el Lavado de Activos.
Las investigaciones del Ministerio Público determinaron que la imputada utilizaba documentos falsos para mostrar supuestas transacciones e inversiones, y se determinaron, también, que presentó un negocio ficticio a través de la entidad Black Box Investment E.I.R.L.
El expediente contra Rodríguez Díaz, quien cumplirá la prisión preventiva en el Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Rafey Mujeres, detalla que la mujer “mostraba una aparente solvencia económica, exhibiendo una vida opulenta con la compra de vehículos, patrocinio de eventos y supuestos negocios alternos, para alegar el éxito de la inversión”.