Se registra reducción de casi 30% en niveles de dióxido de nitrógeno en marzo de 2020 en región del corredor I-95 desde Washington, D.C. hasta Boston.
Greenbelt, Maryland–El dióxido de nitrógeno, emitido principalmente por la quema de combustibles fósiles para el transporte y la generación de electricidad, puede usarse como un indicador de cambios en la actividad humana.
Un reporte de la NASA subraya que durante las últimas semanas, las mediciones satelitales de la NASA han revelado reducciones significativas en la contaminación del aire en las principales áreas metropolitanas del noreste de los Estados Unidos.
El estudio señala que se han observado reducciones similares en otras regiones del mundo. Estas recientes mejoras en la calidad del aire han tenido un alto costo, ya que las comunidades lidian con bloqueos generalizados y órdenes de refugio en el lugar como resultado de la propagación de COVID-19.
Las imágenes satelitales muestran las concentraciones promedio de dióxido de nitrógeno atmosférico medido por el Instrumento de Monitoreo de Ozono (OMI) en el satélite Aura de la NASA, procesado por un equipo en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, Greenbelt, Maryland.
La imagen de la izquierda en el control deslizante muestra la concentración promedio en marzo de 2015-19, mientras que la imagen de la derecha en el control deslizante muestra la concentración promedio medida en marzo de este año.
Aunque las variaciones en el clima de un año a otro causan variaciones en los medios mensuales para años individuales, marzo de 2020 muestra los niveles mensuales más bajos de dióxido de nitrógeno atmosférico de cualquier marzo durante el registro de datos OMI, que abarca desde 2005 hasta el presente.
De hecho, los datos indican que los niveles de dióxido de nitrógeno en marzo de 2020 son aproximadamente un 30% más bajos en promedio en la región del corredor I-95 desde Washington, DC hasta Boston que en comparación con la media de marzo de 2015-19.
La NASA indicó que se requerirá un análisis adicional para cuantificar rigurosamente la cantidad del cambio en los niveles de dióxido de nitrógeno asociados con cambios en las emisiones versus variaciones naturales en el clima.
Si se procesan e interpretan con cuidado, los niveles de dióxido de nitrógeno observados desde el espacio sirven como un indicador eficaz de los niveles de dióxido de nitrógeno en la superficie de la Tierra, aunque quizás habrá diferencias en las mediciones desde el espacio y las realizadas a nivel del suelo.
Los científicos indican que es importante tener en cuenta que los satélites que miden el dióxido de nitrógeno no pueden ver a través de las nubes, por lo que todos los datos mostrados son de días con poca nubosidad.
Tales matices en los datos hacen que los registros a largo plazo sean vitales para comprender los cambios como los que se muestran en la imagen.