Condena sentencias contra dos trabajadores del diario La Prensa.
Miami, EEUU — La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresa «alivio» por la liberación de 222 prisioneros de Nicaragua, entre estos Juan Lorenzo Holmann, gerente general de La Prensa y vicepresidente regional de la organización, quienes fueron deportados ayer hacia Washington D.C. La SIP, sim embargo, condenó las recientes sentencias contra dos trabajadores de ese diario.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, dijo que «si bien nos alienta la excarcelación de los prisioneros, repudiamos que el régimen los haya deportado del país y que se les declare traidores por ejercer su derecho a la libertad de expresión y disentir del oficialismo».
Además de Holmann ayer fueron excarcelados y desterrados los miembros del directorio de La Prensa, Cristiana Chamorro y Pedro Joaquín Chamorro, y los periodistas Miguel Mora, Miguel Mendoza y Jaime Arellano, entre otros comunicadores, estudiantes, empresarios, religiosos y líderes sociales. Holmman recibió el «Gran Premio SIP a la Libertad de Prensa» en 2021. Mora recibió el mismo premio en 2018 en representación del periodismo independiente de Nicaragua.
Jornet, director periodístico del diario argentino La Voz del Interior, agregó: «Mientras celebramos las liberaciones, consideramos como una aberración que pocas horas antes dos conductores de La Prensa fueron sentenciados a 10 años de cárcel. Esto es otro ejemplo de la persecución enfermiza del gobierno dictatorial contra periodistas y trabajadores de medios de comunicación».
«Padecer persecución, autoexiliarse o sufrir destierro son hoy las tres opciones que enfrentan periodistas, directivos de medios y dirigentes sociales que no se someten a los dictados del régimen. Y así, la dictadura Ortega-Murillo va silenciando todo cuestionamiento interno e imponiendo un pensamiento único, para perpetuarse en el poder», enfatizó.
La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó ayer una reforma al artículo 21 de la Constitución. El cambio implicaría que los nicaragüenses condenados por «traición a la patria» serán despojados de su nacionalidad.