Los fiscales rusos han pedido una pena de 18 años de cárcel para el periodista estadounidense, Evan Gershkovich, reportero de The Wall Street Journal, al que Moscú acusa de espionaje y por quien la diplomacia mantiene diálogos para un eventual intercambio. Gershkovich se ha declarado inocente
Moscú, Rusia — Un tribunal ruso declaró el viernes culpable al reportero estadounidense Evan Gershkovich de cargos de espionaje y le condenó a 16 años de cárcel, según informaron las agencias de noticias rusas, en un caso que su empleador, The Wall Street Journal, ha calificado de farsa.
Gershkovich, de 32 años, que dijo que las acusaciones contra él eran falsas, fue juzgado el mes pasado en la ciudad de Ekaterimburgo. Fue el primer periodista estadounidense detenido por espionaje en Rusia desde la Guerra Fría.
Los casos de espionaje suelen tardar meses en resolverse, y la inusual rapidez con la que se celebró el juicio a puerta cerrada -la vista del viernes fue sólo la tercera del proceso- avivó las especulaciones sobre la posibilidad de un acuerdo de intercambio de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia, largamente debatido, en el que podrían estar implicados él y otros estadounidenses detenidos en Rusia.
Los fiscales rusos alegaron que Gershkovich recopiló información secreta por orden de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos sobre una empresa que fabrica tanques para la guerra de Moscú en Ucrania, lo que él y su empleador negaron, informa nuestra aliada de medios, la Voz de América.
Agentes del servicio de seguridad FSB lo detuvieron el 29 de marzo de 2023 en un asador de Ekaterimburgo, a 1.400 kilómetros al este de Moscú. Desde entonces está recluido en la prisión moscovita de Lefortovo.
A primera hora del viernes, el tribunal que instruye el caso anunció de forma inesperada que pronunciaría su veredicto en cuestión de horas, después de que la fiscalía estatal pidiera para él 18 años de cárcel por espionaje. La pena máxima por el delito del que se le acusa es de 20 años.
Rusia suele concluir los procedimientos judiciales contra extranjeros antes de llegar a ningún acuerdo para canjearlos por rusos detenidos en el extranjero.
Tanto Gershkovich como su periódico y el gobierno estadounidense rechazaron las acusaciones y dijeron que se limitaba a hacer su trabajo como reportero acreditado por el Ministerio de Relaciones Exteriores para trabajar en Rusia.
«Incluso mientras Rusia orquesta su vergonzoso juicio farsa, seguimos haciendo todo lo posible para presionar por la inmediata liberación de Evan», declaró el Journal en un comunicado el jueves.
La embajada de Estados Unidos indicó también en la víspera que «independientemente de lo que afirmen las autoridades rusas, Evan es un periodista. No cometió ningún acto ilegal. Las autoridades rusas no han podido aportar pruebas de que cometiera un delito ni justificar que Evan siga detenido».