Hilda Patricia Lagombra, coordinadora nacional, explicó que también se incrementaron las pruebas rápidas.
Por Samantha Carruido Marino / RoseMaryNews.com
Santo Domingo, República Dominicana – La Coordinación Nacional del Modelo de Gestión Penitenciaria reforzó las provisiones de material de bioseguridad en los centros de corrección y rehabilitación, además de incrementar las pruebas rápidas y las medidas de prevención de contagios de la COVID-19, ante el incremento en el reporte de casos en el país.
Al cierre del año pasado, los recintos recibieron de manera simultánea 24.620 mascarillas, 236 trajes de protección, 2.560 pruebas rápidas, 71 cajas de guantes, 274 cajas de “manitas limpias” y 670 batas desechables, anunció la coordinadora nacional, Hilda Patricia Lagombra.
Detalló que las pruebas se aplican a todo el personal durante el cambio de guardia, a los internos de manera aleatoria, mientras que a todos los de nuevo ingreso se les hace el análisis para detectar la presencia del coronavirus y tomar las medidas correspondientes de aislamiento en caso de resultar positivos.
En continuidad con las medidas sanitarias, las autoridades iniciarán este jueves las fumigaciones y desinfecciones de los centros, en coordinación con el Ministerio de Salud.
La coordinadora nacional especificó que el sistema reporta solo un privado de libertad positivo, que se encuentra en aislamiento en Higüey, y nueve del recinto de Haras Nacionales que esperan resultados de PCR para confirmar su recuperación. Del personal administrativo hay seis afectados y otros seis de seguridad, quienes reciben tratamiento en sus hogares.
Fallecido en Vista al Valle
La Coordinación del Modelo de Gestión Penitenciaria espera los resultados de la prueba PCR realizada al cadáver de Johnny Melenciano, quien falleció a causa de un infarto agudo al miocardio, según el informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), a los cinco días de ingresar en el centro de San Francisco de Macorís y después de presentar un cuadro de fiebre.
La prueba rápida aplicada a Melenciano en el momento de su ingreso al recinto Vista al Valle, cinco días antes, ofreció un resultado negativo. No obstante, al cadáver se le aplicó una prueba PCR, cuyos resultados confirmarán si estaba afectado por el coronavirus.
Este centro, como los demás, cumple con el estricto protocolo diseñado para proteger tanto a los internos como al personal.
Tres meses de coerción por tráfico de drogas
Elías David Escanio Soriano nunca olvidará que a las 3:00 de la tarde del 22 de diciembre de 2020 el rumbo de su vida sufrió un giro drástico, al ser acusado de intentar burlar el protocolo de seguridad del Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres, donde se desempeñaba como subdirector de seguridad para presuntamente introducir drogas prohibidas.
La carrera de Escanio Soriano, un agente modélico según sus superiores, terminó abruptamente y desde el 5 de enero de 2021 cumple tres meses de prisión preventiva, medida que le impuso el Magistrado Juez de la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del Distrito Judicial de San Cristóbal al examinar las pruebas presentadas en su contra y del interno Adriano Cordero Ramírez, quien fue identificado como su cómplice.
A ambos se les acusó de violar los artículos 5, 6, 60 y 75 párrafo I y ll de la Ley 50/88 y los artículos los artículos 265 y 265 del Código Penal, al supuestamente introducir un kilo de cocaína y 593 gramos de marihuana al recinto, intentando burlar el protocolo de seguridad, amparados en la posición del funcionario de la prisión.
Adriano Cordero Ramírez cumple 7 años en el Centro Najayo Hombres, entretanto un motoconchista solo identificado como «Maclen Yio Yeudy» y quien supuestamente llevó la droga al recinto bajo el alegato de que «esa pertenencia es de David», fue declarado prófugo, pues soltó el paquete y huyó del lugar cuando la agente de seguridad pidió revisar el contenido de la funda que entregó.
Una investigación con participación de agentes antidrogas al contenido del paquete determinó que el mismo contenía 1 kilo de un polvo blanco que resultó ser cocaína y 593 gramos (poco más de medio kilo) de marihuana.