El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, y su antecesor, Robert O’Brien, abordaron las problemáticas a las que se enfrenta Washington en materia de política exterior.
Miami, Florida–El actual asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, está convencido de que el éxito de la agenda del presidente Joe Biden pasa por “establecer una posición de poder” a través de la cual se puedan trazar estrategias en ciertas cuestiones, que pasan por la gestión de la pandemia, su impacto en la economía y la crisis climática.
Por eso defendió que la Administración Biden haya firmado su reingreso al Acuerdo de París, considerado el tratado en políticas climáticas más importante del mundo, o su permanencia en la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Tenemos que enfrentarnos a la pandemia del COVID-19, tenemos que hacer frente al impacto que eso va a tener en la economía y cómo va a afectar a los pequeños negocios y a las familias, y también a la crisis climática, que está afectando a cualquier rincón de nuestro país”, manifestó Sullivan durante un evento organizado por el Instituto de Paz de Estados Unidos en el que se abordaba el traspaso de poder en el Departamento de Seguridad Nacional, informa la Voz de América.
En el acto, transmitido este viernes a través de internet, también participó Robert O’Brien, su antecesor en esa misma posición durante la última etapa del gobierno de Donald Trump. El exfuncionario de la Casa Blanca apuntó otros asuntos que, según él, son clave para la estabilidad del país y la región.
Por un lado, indicó que Irán supone una amenaza para Estados Unidos en tanto que es “un Estado patrocinador del terrorismo” y algunas de sus políticas atentan directamente contra los artículos recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, algo que también ha puesto de manifiesto el actual gobierno.
También alertó que Rusia “no tiene una gran economía y eso lo está compensando con armas avanzadas, como las nucleares, las espaciales y las cibernéticas”, para imponer su poder y poner en jaque a la seguridad de todo el planeta.
Una visión compartida por Sullivan, ya que manifestó que “Rusia representa amenazas en múltiples dimensiones” y la aproximación de la administración estadounidense pasa por diseñar una “estrategia para responder efectivamente a estos retos”. En ese sentido, el funcionario también se refirió a las amenazas de las armas nucleares, los ataques cibernéticos a través de SolarWinds y el envenenamiento del opositor ruso Alekséi Navalni.
El reto de China
En el evento también se abordó la situación China, ya que el país asiático ha incrementado su presencia en la región en los últimos años y eso, desde el punto de vista de Washington, puede tener efectos negativos a medio y largo plazo.
O’Brien consideró que el caso de China se ha convertido en “un reto geopolítico” mientras que Sullivan señaló que las políticas desplegadas desde ese país pueden “tener impacto significativo a nivel transnacional”.
“China está diciendo que su modelo es mejor que el estadounidense”, agregó el asesor de Seguridad Nacional defendiendo la agenda de Joe Biden, que contempla una inversión tecnológica en los países aliados para responder a los movimientos del gobierno de Xi Jinping, convencido en ganar presencia en la región a través de la tecnología.
La cuestión del narcotráfico es algo que también preocupa al gobierno de Estados Unidos, coincidieron ambos expertos. El crimen organizado en países como México, Colombia o Brasil hizo que el anterior mandatario, Donald Trump, estableciera estrategias efectivas para combatir la inseguridad tanto en el país norteamericano como en el resto de la región.
“Es un problema significativo para Estados Unidos y para los estadounidenses, por el tráfico de drogas y la violencia”, apuntó O’Brien. El gobierno de Joe Biden, según reafirmó Sullivan, aboga por “avanzar” en la solución de problemas como el narcotráfico.