El Consejo Permanente aprobó la resolución para condenar la ola de arrestos arbitrarios en Nicaragua, durante la sesión virtual que fue solicitada por Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Estados Unidos, Paraguay y Perú.
Washington, D.C.–La Organización de los Estados Americanos (OEA) condenó este martes la violación a los derechos humanos en Nicaragua, tras una reunión extraordinaria celebrada para analizar la situación en el país centroamericano, donde el régimen de Daniel Ortega detuvo en los últimos días a 13 dirigentes opositores, entre ellos cuatro aspirantes a la presidencia en las elecciones de noviembre.
Con 26 votos a favor, 3 en contra y 5 abstenciones, el Consejo Permanente aprobó la resolución para condenar la ola de arrestos arbitrarios en Nicaragua, durante la sesión virtual que fue solicitada por Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Estados Unidos, Paraguay y Perú.
Los países que votaron a favor de la resolución son El Salvador, Estados Unidos, Guyana, Guatemala, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Domicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay, Venezuela, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Brasil, Canadá, Chile, Colombia y Costa Rica.
En contra votaron Nicaragua, San Vicente y las Granadina y Bolivia. Y se abstuvieron Honduras, México, Argentina, Belice y Dominica.
El proyecto de resolución presentado por esos países pide la “inmediata liberación” de los detenidos, así como la de todos los presos por motivos políticos en Nicaragua, será el tema en agenda.
Además, exhorta al régimen de Ortega a aplicar todas las normas internacionales que correspondan para la realización de elecciones libres y justas el 7 de noviembre, “incluido el buen recibimiento de observadores electorales fidedignos de la OEA y de otros países”.
El texto subraya con “grave preocupación” que las autoridades nicaragüenses no hayan implementado a mayo de este año las reformas electorales para garantizar la transparencia de los comicios del 7 de noviembre, un plazo que había sido fijado por la Asamblea General de la OEA en octubre pasado.
La delegación nicaragüense repudió durante la sesión la aprobación del texto, al considerar la acción del organismo internacional de “injerencista”. El gobierno de Nicaragua “rechaza enérgicamente la convocatoria a la sesión y la resolución, sin efecto vinculante para el Gobierno”.