La entidad periodística pide que les retiren los cargos, entre otros, por desorden público.
Miami, Florida–Las autoridades de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresaron alivio y satisfacción por la liberación de tres periodistas independientes cubanos que «nunca debieron haber estado presos y menos aún incomunicados». La organización pidió la eliminación de todos los cargos en su contra, con los que el gobierno busca mancillar su labor periodística independiente durante la cobertura de las protestas sociales.
Henry Constantín Ferreiro, periodista y director de la revista digital La Hora de Cuba; Neife Rigau e Iris Mariño, diseñadora y fotógrafa, respectivamente, del portal independiente de noticias con sede en Camagüey, fueron puestos en libertad anoche a las 7:00 pm. También les devolvieron los equipos de trabajo requisados durante el allanamiento a sus viviendas.
A los tres, a partir de ahora, se les impuso arresto domiciliario por el presunto delito de desorden público y se les amenazó con otros cargos relativos a su profesión de periodistas. Fueron apresados el 11 de julio cuando cubrían las protestas sociales.
«Nunca debieron haber estado presos y menos aún incomunicados», subrayó Jorge Canahuati, presidente de la SIP y presidente ejecutivo de Grupo Opsa, de Honduras. En comunicación con la SIP, Constantín relató que él y la periodista Rigau fueron detenidos por agentes de la Seguridad del Estado a dos cuadras de donde se realizaban las protestas.
Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, expresó que el régimen cubano «debe eliminar todos los cargos en contra de los periodistas». Jornet, director del diario La Voz del Interior, de Argentina, aseveró que con los supuestos delitos imputados a los colegas, «el gobierno busca ensuciar su labor de periodistas independientes durante la cobertura de las protestas sociales».
Constantín contó que durante los días de confinamiento no sufrieron agresiones físicas, aunque los mantuvieron incomunicados y recibieron amenazas. Agregó que no les facilitaron ningún tipo de garantías de debido proceso. Durante los interrogatorios a Rigau y a Constantín, se les advirtió que se les imputarían otros delitos que podrían incluir condenas de entre 10 y 20 años de cárcel, debido a que La Hora de Cuba «es un medio financiado por el enemigo», como parte de un plan contra la independencia y la soberanía del país.
«Los tres estamos bajo reclusión domiciliaria hasta que se venza el plazo de los 60 días en que la Fiscalía debe terminar sus indagaciones», concluyó Constantín, vicepresidente para Cuba de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.
El viernes pasado la SIP solicitó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la aplicación de medidas cautelares urgentes a favor de los tres periodistas independientes, por considerar que se encontraban en situación de gravedad.
Los directivos de la SIP enfatizaron que en la actualidad los tres periodistas «continúan en condición de alto riesgo, con la imposibilidad de hacer su trabajo periodístico», y denunciaron que otros periodistas de La Hora de Cuba también están bajo investigación.