Los manifestantes marcharon por las calles de Cabo Haitiano, la segunda ciudad de Haití, para rendir tributo al asesinado presidente 16 días después del magnicidio en su residencia.
Cabo Haitiano, Haití–Las honras fúnebres del asesinado presidente Jovenel Moïse iniciaron el viernes en la ciudad de Cabo Haitiano, con una ceremonia bajo fuertes medidas de seguridad. Su esposa, quien fue atendida en un hospital de la Florida, tras el atentado, asistió con el brazo en cabestrillo.
El ataúd estaba cubierto por la bandera nacional y la banda presidencial, con una explanada adornada de flores. Alrededor se encontraban miembros de las Fuerzas Armadas del país caribeño. Al comenzar la ceremonia, manifestantes y policías se enfrentaron frente a la residencia privada en la que los restos de Moïse guardaban reposo.
Los asistentes a la ceremonia gritaron, cuando se escucharon detonaciones que parecieron disparos y apareció gas lacrimógeno y humo negro, informa la Voz de América.
«Nos están mirando, esperando que tengamos miedo», dijo la viuda del presidente, Martine Moïse. “No queremos venganza ni violencia. No vamos a tener miedo».
Según Reuters, la delegación estadounidense y otros dignatarios se apresuraron a dirigirse a sus vehículos, sin mayores contratiempos. Horas después del incidente, fuentes estadounidenses confirmaron que la delegación había regresado ya a su país y que todos sus miembros estaban bien.
Nuevo enviado de EE.UU.
La administración del presidente Joe Biden envió una delegación de alto nivel al funeral, incluida su embajadora ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, y el nuevo enviado especial para Haití, Daniel Foote.
A su llegada, la embajadora compartió sus condolencias con la primera dama Martine Moïse y su familia, enfatizó el apoyo de EE. UU. a la democracia del país caribeño y catalogó «la formación de un nuevo gobierno» como «un paso positivo» y «necesario».
También insistió en que es necesario que el nuevo Gobierno cree las condiciones necesarias para poder celebrar unas elecciones libres y que incluyan a los jóvenes en el proceso político. «Este es un mensaje que escuché alto y claro en una reunión virtual ayer con miembros jóvenes e inspiradores de la sociedad civil haitiana», agregó.
La embajadora agregó que Washington seguirá apoyando el camino a la democracia y trabajará «para construir y expandir el acceso a las vacunas COVID-19, para fortalecer la seguridad, combatir la corrupción y fortalecer las instituciones democráticas».
Por otro lado, Estados Unidos anunció, también el viernes, el nombramiento de Daniel Foote como nuevo enviado especial para Haití. Se trata de un funcionario del Servicio Exterior cuya experiencia como diplomático incluye haber sido dos veces el segundo en la misión de EE.UU. en Haití. También fue embajador en Zambia durante la Administración Trump.
Un comunicado del Departamento de Estado, informó o que Foote trabajará con el embajador de EE. UU. para “dirigir los esfuerzos diplomáticos de EE. UU. y coordinar el esfuerzo de las agencias federales de EE. UU. en Haití desde Washington”.
Protestas en la víspera de funeral
Al funeral asistieron los principales funcionarios del gobierno haitiano, así como enviados extranjeros, diplomáticos y el pueblo en general. El día comenzó con una misa especial en honor a Moïse, a la que asistieron miembros de su partido político PHTK e inmediatamente después de que los manifestantes, vestidos de blanco en señal de luto, marcharon por las calles gritando “¡Justicia!”.
«Estamos diciendo que tiene que haber justicia para el presidente Moïse”, dijo un manifestante al servicio creole de la Voz de América. Otros gritaron lemas contra los políticos de la oposición y los haitianos adinerados, a los que culpan del asesinato.
Una banda que acompañó a los manifestantes tocó música tradicional. La marcha terminó en el sitio histórico de Vertieres, al sur de Cabo Haitiano, donde se libró una de las batallas decisivas de la Revolución Haitiana en 1803.
En algunas partes de la ciudad, se observaron neumáticos ardiendo en las calles. Una reportera del servicio creole de la Voz de América dijo que vio a un grupo que trataba de incendiar un puente, pero la policía corrió a la escena para impedirlo. La carretera hacia el norte estaba llena de vehículos, agregó.
Cientos de manifestantes salieron el jueves a las calles de Cabo Haitiano, en Haití, para pedir justicia por en la víspera de su funeral.
Moïse fue asesinado en su residencia privada, en un suburbio acaudalado de Puerto Príncipe, el pasado 7 de julio. Su esposa Martine fue herida en el ataque y trasladada a Miami, Florida, donde se recuperó. La primera dama regresó a Haití la semana pasada para ayudar a planear el funeral de su esposo.