El inicio de la reforma se remonta al 30 de julio de 2003, momento en el que se creó la Escuela Nacional Penitenciaria (ENAP), para formar al personal que posteriormente se integró a la asistencia y el tratamiento de los privados de libertad en el Modelo de Gestión Penitenciaria.
Santo Domingo, República Dominicana–Las autoridades y parte del personal de las entidades que componen el Sistema Penitenciario celebraron el décimo octavo aniversario de la reforma penitenciaria del país, con varias actividades que concluyeron con una ofrenda floral en el Altar de la Patria y una misa de acción de gracias en la Catedral Primada de América.
Representantes de la Procuraduría General de la República, la Escuela Nacional Penitenciaria, el Modelo de Gestión Penitenciaria y la Dirección General de Prisiones depositaron la ofrenda y presentaron las banderas institucionales a los padres de la Patria, que descansan en el mausoleo.
El director del Centro de Corrección y Rehabilitación para hombres Najayo XX, Vladimir Alberto González Cabrera, pronunció un breve discurso en el que destacó los valores en los que se sustenta la reforma, “que son los valores del personal que trabaja día a día para devolver a la sociedad personas capaces de integrarse como entes productivos”.
Posteriormente, los directores y subdirectores de los recintos recitaron el lema del servidor penitenciario.
La misa de acción de gracias fue oficiada por el obispo de la Pastoral Penitenciaria, monseñor Santiago Rodríguez, y el coordinador de la Pastoral Penitenciaria, Fray Arístides Jiménez Richardson, con la participación de capellanes de los distintos centros de corrección y rehabilitación (CCR), privados de libertad del centro de Haras Nacionales, directores y subdirectores de centros, aspirantes a agentes de Vigilancia y Tratamiento Penitenciario y un coro de internos de los complejos Rafey y Najayo.
“Como equipo, damos gracias a Dios por estos 18 años, que han sido una especie de sacerdocio en el que el perdón y el agradecimiento son fundamentales para el proceso de rehabilitación, que se ha centrado en la reeducación de las personas privadas de libertad para su reinserción social”, expuso en su homilía monseñor Rodríguez.
De su lado, Jonathan Baró, procurador de corte y coordinador del Gabinete Penitenciario, en representación de la procuradora general Miriam Germán Brito, reafirmó la disposición de continuar las acciones de mejora en las condiciones logísticas y humanas para todo el Sistema Penitenciario, tanto para colaboradores como para los internos.
El inicio de la reforma se remonta al 30 de julio de 2003, momento en el que se creó la Escuela Nacional Penitenciaria (ENAP), para formar al personal que posteriormente se integró a la asistencia y el tratamiento de los privados de libertad en el Modelo de Gestión Penitenciaria. Para entonces comenzó también la elaboración de los protocolos que servirían de base para los programas de reinserción social y laboral de los internos.
Tras 18 años, el sistema estrena marco legal, con la entrada en vigor de la Ley 113-21, cuyos reglamentos están en fase de redacción. Además, este aniversario encuentra al Sistema Penitenciario con 44 recintos de privación de libertad que son gestionados por directores egresados de la ENAP, más de 2,500 agentes de Asistencia y Tratamiento trabajando en los 22 centros del Modelo de Gestión Penitenciaria y más de 200 en proceso de formación en la citada academia especializada.
Las autoridades penitenciarias mantienen fijados sus esfuerzos en la continuidad del proceso de transformación del sistema, que ha de integrar todos los centros de privación de libertad del país a los programas de tratamiento que en la actualidad rigen en el Modelo de Gestión Penitenciaria.