Que un corrupto de a mucho, / y un corrupto de a chin, / sin importar cantidad, / es un corrupto al fin.
Por Eugenio Fortunato*
Parece que lo del cambio,
muchos creen que es un relajo.
Y están buscando lo suyo,
calladitos y por debajo.
Que al igual que antes,
el pueblo salió y votó.
Y que tan solo implicaba,
saliste tú y entro yo.
Muchos todavía no entienden,
que el Perremé ganó.
Porque de los corruptos,
el pueblo ya se cansó.
Que un corrupto de a mucho,
y un corrupto de a chin,
sin importar cantidad,
es un corrupto al fin.
Van cayendo los de antes.
Y cayendo los de ahora.
Y a todos los que lo intenten.
que cojan la aplanadora.
* El escritor y decimero dominico-americano, Eugenio Fortunato, denominado entre los suyos como “el genio Fortunato”, cuna de una distinguida familia vinculada al quehacer literario, cinematográfico y otras áreas profesionales.
Él, además, es autor del libro «Rimas y Picardías». En una de sus estrofas poéticas expresa con certeza que «Hay quien piensa haber cumplido porque se lava las manos, pero recibe o visita a fulano y a mengano», en franca alusión a que no debemos recibir visitar a nuestros hogares durante la cuarentena las regulaciones de este distanciamiento como medidas de prevención y evitar contagios ante la pandemia del COVID-19.