Las estrictas medidas contra los pocos medios independientes restantes en Rusia se producen en medio de un creciente sentimiento antibélico en el país. Ekho Moskvy (Eco de Moscú) era uno de los medios más influyentes y respetados en Rusia desde su fundación en 1990.
Moscú, Rusia — La principal estación de radio independiente de Rusia fue cerrada el jueves y una de las televisoras independientes más importantes del país suspendió operaciones, en momentos en que las autoridades rusas redoblaron sus labores para acallar las críticas contra la invasión del país a Ucrania.
Ekho Moskvy (Eco de Moscú) era uno de los medios más influyentes y respetados en Rusia desde su fundación en 1990. Tras el cierre de muchas otras empresas noticiosas independientes debido a la implacable represión gubernamental contra activistas opositores y medios autónomos en los últimos años, la estación se había mantenido como el medio crítico más prominente en Rusia.
La emisora fue retirada del aire el miércoles por no acatar la línea oficial del Kremlin en la cobertura de la invasión a Ucrania, la cual inició el 24 de febrero.
El jueves, la junta de directores de la estación, controlada por el propietario mayoritario, una filial de prensa de la gigante estatal del gas natural Gazprom, decretó el cierre de Ekho Moskvy. Los periodistas de la emisora dijeron que continuarán trabajando por redes sociales y YouTube.
Dozhd (Lluvia), una de las principales televisoras independientes de Rusia, anunció el jueves la suspensión de sus operaciones tras recibir una amenaza de cierre por parte de las autoridades.
En Washington, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, censuró el jueves las medidas contra Ekho Moskvy y Dozhd, las cuales describió como “un atentado total contra la libertad de prensa y la verdad” por parte del Kremlin.
Las autoridades rusas han exigido que los medios de comunicación del país cubran la invasión a Ucrania apegándose estrictamente a la línea oficial y no han perdido tiempo en arremeter contra las empresas noticiosas que describieron el ataque de Rusia contra Ucrania como una “invasión” o “una guerra” y transmitieron comunicados del bando ucraniano.
Las estrictas medidas contra los pocos medios independientes restantes en Rusia se producen en medio de un creciente sentimiento antibélico en el país, a pesar de la enérgica represión contra las protestas.
Las protestas contra la invasión de Ucrania han surgido en diversas partes de Rusia en los últimos cuatro días y más de 1,1 millones de personas firmaron una petición en línea para exigir el fin de la guerra.
La policía dispersó rápidamente las protestas contra la guerra y ha detenido a más de 8.000 participantes desde el inicio de la invasión, según OVD-Info, un grupo de derechos que da seguimiento a los arrestos políticos.
En un intento para silenciar a los críticos, las autoridades rusas también han restringido el acceso a Facebook, y Twitter, los cuales han desempeñado un importante papel en amplificar la disidencia.
Durante una conferencia de prensa, Psaki señalo que Estados Unidos estaba “profundamente consternado” sobre la represión contra las protestas y las medidas más recientes contra los medios independientes. Psaki destacó las propuestas de algunos legisladores rusos de castigar hasta con 15 años de cárcel la difusión de información crítica sobre la invasión de Rusia a Ucrania.
“Lo que intentan hacer es bloquear cualquier información sobre lo que están haciendo para invadir a un país soberano, y están adoptando medidas severas para hacer exactamente eso”, agregó.