Un cardenal mexicano criticó la política que promueve el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de “abrazos, no balazos” contra el crimen organizado, tras el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en el norte del país: “esta gente no sabe de abrazos”.
Guadalajara, México — En el marco del inicio de la IX Asamblea Diocesana de Pastoral de la Arquidiócesis de Guadalajara, este miércoles 22 de junio, el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, lamentó que en el país “vivimos momentos difíciles”.
El Purpurado recordó luego el crimen de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, asesinados el 20 de junio dentro de la iglesia católica de la comunidad de Cerocahui, en lo que se conoce como la Sierra Tarahumara, en el estado mexicano de Chihuahua.
Los dos sacerdotes fueron asesinados por un sujeto que ya habría sido identificado por las autoridades, cuando intentaban proteger a un hombre herido dentro del templo católico.
El crimen, que se enmarca en una creciente ola de violencia que vive México, ha sacudido al país, e incluso el Papa Francisco expresó este miércoles 22 de junio su “dolor y consternación” por el asesinato de los dos jesuitas.
La Arquidiócesis de Guadalajara no es extraña a la violencia que sufre el país. La ciudad es la capital del estado mexicano de Jalisco, centro de operaciones de uno de los grupos criminales más violentos y poderosos del país, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Además, hace 29 años el entonces Arzobispo de Guadalajara, Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, fue asesinado en el aeropuerto de esa ciudad, en un crimen que las autoridades aún no han esclarecido.
El Cardenal Robles Ortega lamentó que el crimen contra los dos sacerdotes jesuitas “se suma a una lista ya amplia de asesinatos de sacerdotes en nuestra Patria”.
Sin embargo, continuó, este crimen muestra “toda la gravedad del hecho de la violencia que estamos viviendo en nuestro país”.
“Los sacerdotes estaban en un lugar que corresponde a su acción ministerial”, dijo, pues “estaban cumpliendo su misión, haciendo su ministerio”.
El Purpurado dijo que el Gobierno de López Obrador “deberá leer que esta gente, la que se dedica al crimen organizado, esta gente no sabe de abrazos, por más que el Gobierno se los ofrezca y se los prometa y se los dé”.
“Ellos no entienden de abrazos, ellos solamente saben de balazos”, precisó.
López Obrador prometió desde la campaña que lo llevó a la presidencia en 2018 una política de “abrazos, no balazos” para frenar la creciente violencia en México. Con ese lema buscaba distanciarse de la “guerra” contra el narcotráfico iniciada por Felipe Calderón a fines de 2006.
Sin embargo, en apenas 3 años y medio de la administración de López Obrador ya suman más de 121 mil homicidios registrados en el país, por lo que podría superar los más de 156 mil crímenes cometidos durante los seis años del gobierno de su predecesor, Enrique Peña Nieto.
Además, ya superó los más de 120 mil homicidios registrados durante el sexenio de Felipe Calderón.
Desde el 1 de enero hasta el 21 de junio de este año, de acuerdo con cifras oficiales, se han registrado 12.481 homicidios en México.
El Arzobispo de Guadalajara precisó que “no estoy diciendo con esto que el Gobierno tiene que tomar la estrategia de echarles balazo a esta gente. No. Sencillamente, de llevarlos ante la ley por los asesinatos y por todas las actividades que realizan en contra de la ley”.
“Y el Gobierno tiene que mandarles el mensaje de que no habrá más impunidad. Porque ese mensaje de abrazos es un mensaje de impunidad”, expresó.