La violencia contra los periodistas en México mantiene en vilo el ejercicio profesional de los comunicadores sociales y reta las autoridades mexicanas.
«La violencia contra los periodistas recrudeció… En el país hay un clima poco favorable para el ejercicio de la libertad de expresión», concluye el informe del Índice Chapultepec, barómetro de la SIP.
Miami, Florida. – El presidente de la SIP, Jorge Canahuati, dijo que «este nuevo crimen evidencia el grave riesgo en el que ejercen su oficio los periodistas, situación que se agrava con la falta de justicia». Canahuati, CEO de Grupo Opsa, de Honduras, agregó que «la impunidad reinante en los asesinatos contra periodistas se ha convertido en un arma efectiva para los criminales», y que «en la medida que el Gobierno no asuma que un ataque al periodismo es un ataque a la democracia, seguiremos lamentando esta escalada de crímenes que parece no tener fin».
Para el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e información de la SIP, Carlos Jornet, «este semestre trágico ya convierte a 2022 en uno de los años más letales para los periodistas mexicanos». Jornet, director periodístico de La Voz del Interior, de Argentina, reiteró el planteo que la organización viene haciendo al jefe del Estado mexicano, Andrés Manuel López Obrador, desde febrero pasado: «Reclamamos al Presidente que deje de lado sus permanentes diatribas contra la prensa, que asuma la gravedad de la hora y que convoque a una cruzada nacional contra esta tragedia que enluta al periodismo de México, de las Américas y del mundo entero».
Agregó que se hace necesario, «una cruzada en la que deben sumarse fuerzas federales y estaduales y que debe incluir la asignación de recursos para terminar con la impunidad en los crímenes contra periodistas. Porque la lentitud de la justicia, la inoperancia de fiscales y jueces no hace más que dar vía libre a la violencia descontrolada».
El caso de Antonio de la Cruz se une a los de otros asesinatos este año en México. Se trata de: Yessenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olivera, en Cosoleacaque, Veracruz; Luis Enrique Ramírez, en Culiacán, Sinaloa; Lourdes Maldonado y Margarito Martínez, en Tijuana, Baja California; Heber López Cruz, en Salina Cruz, Oaxaca; Juan Carlos Muñiz, en Fresnillo, Zacatecas; Jorge Camero Zazueta, en Empalme, Sonora; Roberto Toledo, en Zitácuaro, Michoacán; José Luis Gamboa, en Veracruz, Veracruz, y Armando Linares, en Zitácuaro, Michoacán.
El Índice Chapultepec, barómetro de la SIP que mide el desempeño de las instituciones en materia de libertad de expresión y prensa, ubica a México en el lugar 16 de 22 países evaluados.
«La violencia contra los periodistas recrudeció… En el país hay un clima poco favorable para el ejercicio de la libertad de expresión», concluye el informe.