La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), se sumó a las muestras de solidaridad internacional con la Iglesia Católica que está siendo perseguida en Nicaragua, donde el régimen de Daniel Ortega secuestró el viernes al Obispo de Matagalpa, Mons. Rolando Álvarez.
La Habana, Cuba — Los obispos cubanos manifestaron su solidaridad en un mensaje enviado a Mons. Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, a raíz del aumento de los hechos dolorosos que vive la Iglesia en ese país
“Desde hace varias semanas hemos ido conociendo, a través de las redes sociales y de mensajes publicados por el CELAM y otras conferencias episcopales, de un aumento progresivo de episodios dolorosos que han ocasionado sufrimiento y angustia al Santo Pueblo fiel de Dios en esa amada nación”, expresa el texto firmado por Mons. Emilio Aranguren Echeverría, presidente de la COCC.
El mensaje de solidaridad tiene fecha 19 de agosto, día en que policías del régimen de Daniel Ortega ingresaron a la fuerza a la sede del Obispado de Matagalpa para llevarse a Mons. Álvarez y a los sacerdotes, seminaristas y un laico que desde el jueves 4 permanecían en la casa episcopal, rodeados por los efectivos.
La irrupción policial, que ha recibido la condena internacional, ocurrió el viernes pasadas las 3:00 a.m. (hora local).
El Prelado ha sido trasladado a la capital Managua y el resto están en la Dirección de Auxilio Judicial, un reclusorio conocido como un lugar de torturas para opositores de la dictadura, conocido también como «El Chipote».
En su comunicado, la COCC asegura que “los obispos católicos de Cuba, junto a nuestros sacerdotes, diáconos, vida religiosa y fieles, oramos y acompañamos con todo el afecto fraterno a la Iglesia de Dios en Nicaragua”.
“Les agradecemos el testimonio de fidelidad a Cristo y a los humildes que están ofreciendo, la comunión que han mantenido en medio de las pruebas y la serena confianza en el Señor Resucitado que están proclamando en estas horas de Cruz”, añade.
En su mensaje, los obispos cubanos encomiendan a la Virgen Inmaculada, “tan amada por el pueblo nicaragüense”, para “que prime la sabiduría y sensatez en los responsables de asegurar un clima de paz y sosiego a su pueblo”.
“Y que el rebaño del Señor en Nicaragua pueda continuar su misión de anuncio del Evangelio y de servicio amoroso a todos, que es la misión de la Iglesia, también desde la profecía”, concluye el texto.