La organización pidió al régimen de Daniel Ortega-Rosario Murillo liberar a los presos políticos o, al menos, que por razones de humanidad «les permita continuar sus procesos y condenas en arresto domiciliario».
Miami, EEUU — La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó la exhibición deshumanizante de los presos políticos de Nicaragua, entre los que se encuentran tres periodistas.
La organización pidió al régimen de Daniel Ortega-Rosario Murillo liberar a los presos políticos o, al menos, que por razones de humanidad «les permita continuar sus procesos y condenas en arresto domiciliario».
El régimen exhibió esta semana a varios prisioneros políticos, muchos de ellos con un franco deterioro de la salud y considerable pérdida de peso, fruto de las restricciones alimenticias en la cárcel.
El presidente de la SIP, Jorge Canahuati, y el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, condenaron «la humillante exhibición de los presos, con la intención aviesa de denigrar a los encarcelados y amedrentar a sus familiares y a los opositores y críticos del régimen».
Causaron preocupación las imágenes de Juan Lorenzo Holmann, gerente general del diario La Prensa y vicepresidente regional de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP. Holmann está condenado a nueve años de prisión. Padece de hipertensión, tiene problemas de visión y fue operado del corazón.
También fueron exhibidos como «trofeo de caza» los periodistas Miguel Mora, fundador y director del canal 100% Noticias, sentenciado a 13 años, y Miguel Mendoza, cronista deportivo, encarcelado por nueve años.
Canahuati, presidente ejecutivo de Grupo Opsa, de Honduras, y Jornet, director periodístico de La Voz del Interior, de Argentina, reiteraron el pedido de liberación de los presos de conciencia o que, al menos, el régimen «tenga piedad y les permita continuar sus procesos y condenas en arresto domiciliario».
El régimen exhibió esta semana a varios prisioneros políticos, muchos de ellos con un franco deterioro de la salud y considerable pérdida de peso, fruto de las restricciones alimenticias en la cárcel.