La institución que conserva los artefactos del desarrollo de la Aeronáutica y la exploración del espacio reabrió sus salas esta semana para al público luego de cuatro años de permanecer cerrado. La renovada museografía ofrece una visita interactiva con nuevas tecnologías.
Washington, DC — El Museo Nacional del Aire y del Espacio en la capital estadounidense reabrió esta semana luego de cuatro años de permanecer cerrado por trabajos de renovación, cambios en la museografía y actualización de las colecciones.
Con la primera etapa de las obras concluidas a un costo de 1.000 millones de dólares, el museo que forma parte de la Institución Smithsonian en Washington DC y que conserva -entre muchas colecciones el legado de los pioneros en conquistar el cielo y el espacio- abrió al público esta semana con unos 5.000 visitantes cada día.
Ante la masiva afluencia prevista, las entradas gratuitas son distribuidas en línea. La Voz de América visitó las ocho nuevas salas de exhibiciones donde se expone la historia de la aeronáutica, desde los pioneros que intentaron alzar vuelo con artefactos mecánicos y movidos con el añorado sueño del ser humano de imitar a los pájaros.
El director asociado del museo y miembro del equipo de curaduría y conservación, Jeremy Kinney, explica a la VOA las innovaciones presentadas en esta reapertura que incluye, una modernización de las formas de ver e interactuar con la historia de la aeronaútica y el descubrimiento del espacio.
«Hay cincuenta interactivos digitales dedicados para que los visitantes los experimenten y, por lo tanto, queremos conocer a los visitantes, que tengan audiovisuales, efectos mecánicos, efectos digitales y sean estas formas diferentes de experimentar con los artefactos de nuevas maneras”, dijo.
Primeros aviadores y el espacio
Dividido en tres pisos con entrepisos entre las enormes naves para sostener aviones colgados del techo, satélites y otras invenciones de la ciencia espacial.
Los curadores del museo consideran que «todos los artefactos de las galerías han tenido un impacto cultural, histórico, científico o tecnológico significativo en la sociedad».
Así los visitantes pueden ver de cerca el módulo lunar de la Misión Apolo 11 que partió de la tierra destino a la luna el 16 de julio de 1969 para tocar suelo lunar.