Las mascarillas quirúrgicas con carga electrostáticas capturan partículas virales igual que la manta atrapa los calcetines en la secadora.
Atlanta, Georgia—Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, CDC, han recomendado utilizar las mascarillas o tapabocas en lugares públicos de alto riesgo o aglomeración de personas.
La razón es que los procesos de desescaladas y la desesperación del confinamiento ha hecho que muchos ciudadanos descuiden su uso preventivo, dando la falsa impresión de seguridad ante la amenaza latente del COVID-19.
¿Por qué los especialistas insisten tanto en el uso de las mascarillas, al principio de la pandemia muy escasa, sólo para personal médico y hospitalario, y ahora en la fase de desescalada las hay de todos los tipos y colores?
¿Cuáles son más o menos seguras para prevenir los terribles y letales efectos del virus? ¿Sólo son útiles y efectivas la N95, la NK95, las de telas o material sintético con filtros de cobre?
En principio, todas parecen iguales y producen el mismo efecto. Pero en la práctica, la realidad es que unas son de material más fino, ajustadas, respirable, cómodas de portar, con buenos filtros y hasta triple capas, y el aire fluye con naturalidad.
Mientras que otras son ásperas, no se ajustan al rostro y dificultan la respiración, siendo muy incómodo llevarlas puesta por mucho tiempo.
Dichos detalles deben tomarse en cuenta en virtud de que todo el personal médico y hospitalario trabaja turno de 8, 10 y hasta doce horas seguidas, por lo que resulta esencial que sus mascarillas sean lo más cómodas posible aunque les dejen las marcas en el rostro, por el largo tiempo de uso, ya que en salvar las vidas ajenas se juegan la propia.
Pero vamos por parte. Un artículo científico reciente descubrió que si la mayoría de las personas usaran tapabocas, esta pandemia podría terminar. Para ello por lo menos entre el 60 al 75% de la población use una mascarilla.
Para ello es necesario que las mascarillas tengan una efectividad de al menos 60 a 75%. Debe ser al menos una máscara de tela de doble capa o una mascarilla quirúrgica, de las que usan en el mundo médico que se ajuste de forma razonable.
Sin embargo, muchas personas las utilizan de manera incorrecta, ya sea con la nariz sobresaliendo o la halan a un lado para hablar, lo que frustra su propósito protector. Por lo tanto, se trata de usarla de manera apropiada y correcta para evitar que la infección se propague.
Siendo así, entonces ¿cuál es la diferencia entre mascarillas quirúrgicas y las mascarillas de telas, colores y dibujos que muchos exhiben debido a la contingencia sanitaria?
Los tipos de mascarillas que el personal médico usa en los hospitales son desechables y muy delgadas. Y piensas, ¿cómo es que esa cosa prácticamente de papel realmente es beneficiosa? Pero está hecho de un material plástico soplado por fusión, similar al algodón de azúcar, como en los filtros de aire. Y están cargados electrostáticamente, es decir, con la capacidad de atrapar y detener partículas de virus.
En la práctica, ello quiere decir que las mascarillas quirúrgicas con carga electrostáticas capturan partículas virales de la misma forma en que una manta dentro de la secadora atrapa los calcetines.
Lo que los hace transpirables es que la carga electrostática le permite usar material bastante delgado, por lo que no hace mucho calor. Son más fáciles de usar todo el día y, sin embargo, también son mucho más efectivas que las mascarillas de tela.
Pero cuidado, al mojarlas se arruina la carga electrostática, por lo que debe ser desechada.
Los tapabocas de tela son de algodón o pueden tener otros materiales. Si son multicapas y bastante gruesas, también evitan que se propague la infección. Sin embargo, el otro aspecto es que debe obtener hasta 12 a 16 capas para que se filtre, así como una mascarilla quirúrgica. Y no es del todo 100 por ciento segura.
Pero portar una mascarilla tan gruesa resulta muy incómodo para el usuario. Pero para evitar que se infecte a otros, ambos funcionan.
La preferencia es, especialmente ahora que hay más mascarillas quirúrgicas disponibles en el mercado, por lo que se debe garantizar los trabajadores de la salud y los hogares de ancianos lo tengan, por lo que se fabrican cada vez más.
Y ahora, lograr que este tipo de máscaras sea una parte regular de lo que hacemos ayudará aún más.