- A partir del 5 de enero, todos los pasajeros aéreos de al menos 2 años originarios de China deberán mostrar una prueba de COVID-19 negativa no más de dos días antes de su salida de China, Hong Kong o Macao.
- El requisito se aplicará a todos los pasajeros aéreos, independientemente de su nacionalidad y estado de vacunación, indicaron las autoridades. No precisaron cuánto tiempo estará vigente la política.
Washington, DC — La administración Biden tiene bajo estudio nuevas precauciones contra el coronavirus para los viajeros que llegan desde China debido a un aumento en los casos de COVID-19 y las preocupaciones sobre la falta de informes de datos transparentes del país, dijeron el miércoles funcionarios federales de salud.
A partir del 5 de enero, todos los pasajeros aéreos de al menos 2 años originarios de China deberán mostrar una prueba de COVID-19 negativa no más de dos días antes de su salida de China, Hong Kong o Macao.
El requisito se aplicará a todos los pasajeros aéreos, independientemente de su nacionalidad y estado de vacunación, dijeron las autoridades. No dijeron cuánto tiempo estará vigente la política.
Las aerolíneas deben confirmar el resultado de la prueba de COVID-19 o la documentación de recuperación de todos los pasajeros antes de abordar. Los pasajeros que dieron positivo más de 10 días antes del vuelo pueden proporcionar documentación de recuperación de COVID-19 en lugar de un resultado de prueba negativo.
Los pasajeros que vuelen a través del Aeropuerto Internacional de Incheon en Seúl, el Aeropuerto Internacional de Toronto Pearson y el Aeropuerto Internacional de Vancouver en su camino a los Estados Unidos deberán proporcionar una prueba COVID-19 negativa no más de dos días antes de su partida a los Estados Unidos si Estuve en China en los últimos dos días, dijeron las autoridades.
La medida tiene como objetivo disminuir la cantidad de pasajeros infectados que abordan aviones y podría dar tiempo a las autoridades de salud pública para identificar y comprender cualquier posible nueva variante que pueda surgir.
La nueva política refleja la preocupación de la administración Biden por la situación en China, que está poniendo fin rápidamente a su estricta política de “cero COVID” ante las protestas. Como resultado, las infecciones se están descontrolando sin una infraestructura de salud adecuada o sin suficientes vacunas.
Pero el gobierno chino prácticamente ha dejado de informar cualquier dato de brote, y los funcionarios de salud de la administración Biden dijeron que estaban preocupados por las posibles nuevas variantes que circulan sin su conocimiento.
Las autoridades de Estados Unidos dijeron que no conocen la verdadera tasa de infección o la cantidad de muertes y hospitalizaciones en China. Añaden que ha ofrecido vacunas al gobierno chino, así como otro tipo de apoyo para el COVID-19, pero ha sido rechazado.