El presidente del organismo, Michael Greenspon, subrayó en la reunión de medio tiempo del organismo “los altos niveles de desprecio a la libertad de prensa en países con elecciones libres.” El presidente de la SIP inauguró este martes la reunión de medio año de la organización a realizarse del 25 al 27 de abril.
Miami, EEUU — El presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Michael Greenspon, declaró hoy que aunque la libertad de prensa y la libertad de expresión «están decapitadas» en países como Nicaragua, Cuba y Venezuela, el desprecio contra el ejercicio del periodismo independiente también se manifiesta en países con gobierno electos democráticamente.
«El deterioro de estas libertades corroe el resto de los derechos humanos, debilita a las instituciones y mata la esperanza y los sueños de vivir en forma digna», afirmó Greenspon, director global de Licencias e Innovación de Impresión de The New York Times, al iniciar la reunión semestral de la SIP, en formato virtual.
En su discurso, Greenspon señaló que “Hoy tenemos síntomas inequívocos de que estamos atravesando uno de los peores momentos para la democracia en nuestras Américas”, tras indicar que no se trata de la inseguridad pública, sino “del avance del crimen organizado o la depredación corrupta de la administración pública.”
Explicó que no se refiere tampoco “de las consecuencias de la polarización de la sociedad, ni de la pobreza ni del cambio climático. Aunque, por desgracia, podríamos hablar de cualquiera de ellos.”
Michael Greenspon advirtió que se trata “más bien, de la tangible tragedia que se avecina para nuestras democracias por no respetar las libertades de expresión y de prensa. El deterioro de estas libertades corroe el resto de los derechos humanos, debilita a las instituciones y mata la esperanza y los sueños de vivir en forma digna.”
El presidente de la SIP puso de ejemplo los casos de Cuba, Nicaragua y Venezuela “para ponerle rostro a la tragedia de los que es vivir sin libertad de prensa y sin democracia. Estos países son los que más han expulsado, perseguido y encarcelado periodistas y ciudadanos críticos, y cerrado medios de comunicación.”
“Los tres son exportadores del mejor patrimonio que puede tener un país: sus ciudadanos.”
Greenspon recalcó que “la libertad de prensa está solo decapitada en estas dictaduras. También existen altos niveles de desprecio en países en los que hay elecciones libres.”
Recordó que “desde la última vez que nos reunimos en Madrid, nueve periodistas han sido asesinados, cuatro de ellos en Haití donde también fueron secuestrados otros cuatro periodistas.”
Puso de ejemplo casos de persecución, hostigamiento, vigilancia, cuentas partidistas, trolles, y redes para atacar a los periodistas y medios en El Salvador, Guatemala, México, “así como el temor al consenso para regular y combatir la desinformación o los discursos de odio.”