- Los imputados, identificados como Elvis Rafael Jiménez Bello y Euclides Ezequiel Rosado de la Rosa, presuntos cabecillas de una red de lavado y narcotráfico desmantelada por las autoridades, reciben un año de prisión preventiva
- El Ministerio Público dominicano llevaba años detrás de los dominicanos detenidos, a quienes se le hicieron compra controlada de drogas, con una actividad coordinada con el Ministerio Público, la Policía Nacional y miembros del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en New Heaven, Connecticut, logrando las autoridades establecer su vinculación a la actividad criminal.
Santo Domingo, República Dominicana – La Procuraduría Especializada Antilavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo, con la colaboración de la División Especial de Investigación de Crimen Organizado Internacional (DEICROI), de la Policía Nacional, dieron un duro golpe a una organización criminal de narcotráfico y lavado de activos que operaba desde Estados Unidos y la República Dominicana, ejecutándose el arresto de sus cabecillas Elvis Rafael Jiménez Bello y Euclides Ezequiel Rosado de la Rosa, quienes recibieron un año de prisión preventiva, como medida de coerción, además de la incautación de diferentes bienes.
Los imputados fueron apresados durante la Operación denominada Golden Halo, en el transcurso de la cual se han realizado varios allanamientos a propiedades como apartamentos de lujo y fincas, procediendo las autoridades con la incautación de bienes muebles e inmuebles de alto valor, más de 200 gallos de calidad, prendas y relojes, así como la inmovilización de dinero, obtenidos por la organización a través de operaciones de lavado de dinero.
Los imputados fueron arrestados en la República Dominicana por dirigir desde el país una poderosa estructura criminal que tenía su ramificación en Estados Unidos, con el también líder y hermano de Rosado de la Rosa, el nombrado Leonardo Héctor Rosado, condenado recientemente en Estados Unidos a seis años.
A los imputados Rosado de la Rosa y Jiménez Bello, la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del Distrito Nacional, le impuso la medida de coerción privativa de libertad y ordenó su cumplimiento en el Centro de Corrección y Rehabilitación de Baní, provincia Peravia, y Anamuya, de Higüey, en la provincia La Altagracia, respectivamente. El proceso fue declarado de tramitación compleja.
El Ministerio Público dominicano llevaba años detrás de los dominicanos detenidos, a quienes se le hicieron compra controlada de drogas, con una actividad coordinada con el Ministerio Público, la Policía Nacional y miembros del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en New Heaven, Connecticut, logrando las autoridades establecer su vinculación a la actividad criminal.
Según las autoridades, esta organización del crimen organizado se encargaba de enviar pequeños paquetes de kilos de drogas a Estados Unidos, donde se vendían al precio del mercado, así como la entrega de drogas a personas que compraban en Estados Unidos y pretendían distribuir en el territorio dominicano.
La magistrada Ramona Nova, titular interina de la Procuraduría Especializada Antilavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo, expresó que detrás de este golpe al narcotráfico y lavado de activos, se fortalecen los lazos de cooperación conjunta, entre la República Dominicana y Estados Unidos, para hacer frente a la criminalidad trasnacional.
El fiscal litigante por la Procuraduría Antilavado, Claudio Cordero, procurador fiscal, presentó cintilas probatorias suficientes que permitieron al tribunal imponer la prisión preventiva y declaratoria de la complejidad del caso.
El Ministerio Público dominicano llevaba años detrás de los dominicanos detenidos, a quienes se le hicieron compra controlada de drogas, con una actividad coordinada con el Ministerio Público, la Policía Nacional y miembros del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en New Heaven, Connecticut, logrando las autoridades establecer su vinculación a la actividad criminal.
Según las autoridades, esta organización del crimen organizado se encargaba de enviar pequeños paquetes de kilos de drogas a Estados Unidos, donde se vendían al precio del mercado, así como la entrega de drogas a personas que compraban en Estados Unidos y pretendían distribuir en el territorio dominicano.