El Senado de EEUU realizó a puerta cerrada reunión con ejecutivos tecnológicos, activistas, grupos de derechos civiles y líderes sindicales, para revisar los alcances de la Inteligencia Artificial, su aplicación segura y riesgos
Washington, EEUU — El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, lleva meses hablando sobre un objetivo que quizás sea inalcanzable: aprobar una ley con apoyo de los dos partidos -Demócrata y Republicano- que fomente el desarrollo de la inteligencia artificial y que mitigue sus riesgos.
El miércoles, Schumer convocó a una reunión con expertos en tecnología, junto con otros, para que asesoren al Congreso estadounidense sobre cómo hacerlo.
La reunión a puertas cerradas en el Capitolio incluyó casi dos docenas de ejecutivos tecnológicos, activistas, grupos de derechos civiles y líderes sindicales. La lista de invitados incluyó algunos de los líderes más prominentes del sector, como Mark Zuckerberg, de Meta; Elon Musk, de X, y Bill Gates, de Microsoft. Todos los 100 senadores fueron invitados; no así el público en general.
Schumer inauguró la sesión declarando que “hoy, iniciamos una tarea compleja y vital: sentar las bases para política sobre la inteligencia artificial que cuente con el apoyo de ambos partidos y que el Congreso pueda aprobar”, informa la Voz de América.
El legislador, quien dirigió la reunión junto con el senador republicano Mike Rounds, no necesariamente aceptará los consejos de los ejecutivos, en su intento por impulsar la supervisión del pujante sector. Pero él alberga la esperanza de que los expertos orienten un poco al Congreso para hacer algo que no ha podido hacer en años: aprobar una regulación significativa del sector tecnológico.
“Será un grupo fascinante porque cada uno tiene puntos de vista diferentes”, declaró Schumer en entrevista con The Associated Press antes del evento. “Ojalá saquemos de esto algún tipo de consenso amplio”.
Rounds, quien acompañó a Schumer en la entrevista, dijo que el Congreso tiene que anticipar las complicaciones derivadas de la inteligencia artificial y asegurarse de que se desarrolle “de manera positiva”, encarando los potenciales problemas que puedan surgir relacionados con la privacidad y la transparencia.
“La inteligencia artificial no va a desaparecer. Puede lograr cosas muy positivas, o puede ser un verdadero desafío”, afirmó Rounds.