El presidente de la SIP, Roberto Rock, director del portal mexicano La Silla Rota, repudió el acto de violencia y aseguró que «la toma de un medio de comunicación por parte de delincuentes armados es un agravio que reviste extrema gravedad por sus múltiples implicaciones
Miami, EEUU — La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó hoy su enérgica condena por la toma de un canal de televisión en Ecuador por parte de delincuentes armados, que amagaron con allanamientos adicionales a otros medios, y exhortó a las autoridades a garantizar el trabajo periodístico en el país y en este caso en particular, conducir una investigación exhaustiva y enjuiciar a los responsables.
Minutos después de las 2 PM hora local delincuentes encapuchados irrumpieron en las instalaciones de TC Televisión, en Guayaquil, y realizaron disparos al aire mientras el canal transmitía en vivo, según informes de la prensa local.
De acuerdo con lo relatado por Ecuavisa, al periodista de TC Televisión José Luis Calderón le apuntaron con armas en la cabeza y le colocaron explosivos en el bolsillo de su saco. Los atacantes inmovilizaron y amenazaron a los trabajadores del canal hasta cerca de las 2:45, cuando la policía ingresó a las instalaciones y rescató a las víctimas, informó la prensa.
Según señalado por el diario La Hora, durante el ataque una persona resultó herida, mientras que otros trabajadores del canal salieron a los techos para pedir ayuda.
Poco antes de las 4 PM la Policía, a través de su cuenta de X, señaló que habían logrado la detención de varios individuos relacionados con el ataque.
El presidente de la SIP, Roberto Rock, director del portal mexicano La Silla Rota, repudió el acto de violencia y aseguró que «la toma de un medio de comunicación por parte de delincuentes armados es un agravio que reviste extrema gravedad por sus múltiples implicaciones. En un contexto de violencia, cualquiera que sea su origen, las autoridades deben tomar las medidas urgentes para garantizar que los periodistas puedan ejercer su profesión sin temer a represalias y seguir sirviendo a la comunidad».
La toma del canal y otras acciones violentas en el país llevaron al presidente Daniel Noboa a declarar la existencia un «conflicto armado interno» y a ordenar a las fuerzas militares que neutralicen a una veintena de grupos del crimen organizado transnacional a los que declaró como organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes.
El lunes, Noboa había decretado estado de excepción por 60 días y toque de queda ante los hechos de violencia registrados los últimos días en el país y los disturbios carcelarios, uno de los cuales derivó en la fuga de una prisión en Guayaquil de José Adolfo Macías (alias «Fito»), líder de la banda narcocriminal Los Choneros.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, del diario argentino La Voz del Interior, alertó que «este inaceptable acto de intimidación pudo haber tenido consecuencias mucho más dramáticas». Y agregó: «La puesta en marcha del mecanismo de protección de periodistas es perentoria. Cualquier demora adicional solo agravará la precaria situación en que se desempeñan los medios de comunicación, que son el blanco elegido porque denuncian el accionar criminal y las conexiones de las bandas narcos con grupos políticos, policiales y penitenciarios. Cuando se ataca a un medio televisivo en plena transmisión se busca instalar el terror ciudadano».
En diciembre la SIP había expresado alarma por el avance de la violencia del crimen organizado y las amenazas contra la prensa en Ecuador.