El sistema permitirá a los pasajeros utilizar un proceso automatizado para verificar su identidad y pasar sus pertenencias por una máquina de revisión de equipaje sin la intervención de un agente de seguridad en los aeropuertos
Miami, EEUU — Hacer la compra en el supermercado y luego pagar a través de las cajas de autoservicio es algo que, cada vez más, se está popularizando en Estados Unidos.
Tampoco se requiere de contacto con un operador humano para comprar un boleto para un concierto o, desde hace años, un pasajero puede hacer el check-in en su vuelo y dirigirse directamente a la puerta de embarque. Son algunos ejemplos de cómo la tecnología ha ayudado a simplificar las cosas de la vida diaria.
Ahora la Administración de Seguridad en el Transporte de EEUU (TSA, por sus siglas en inglés) quiere ir un paso más allá y va a empezar un programa piloto para implementar los controles de seguridad de autoservicio, es decir, sin la intervención de un oficial.
¿En qué consiste el programa piloto?
Según una comunicación remitida a la Voz de América por el departamento de comunicación de la TSA, se trata de un prototipo formado por “un monitor de video que proporciona instrucciones paso a paso para que los pasajeros completen el control de seguridad a su propio ritmo.”
“Una vez que los pasajeros han completado el proceso de control requerido y reciben autorización para viajar, las puertas de salida automáticas se abren para que los viajeros puedan recoger sus pertenencias y dirigirse a sus vuelos”, y aclaran que el programa contempla la presencia de Oficiales de Seguridad en el Transporte (TSO, en inglés) “para brindar asistencia según sea necesario”.
La agencia federal también recalca que este sistema no está pensado para sustituir a los agentes -unos 50.000-, sino que lo que se quiere es mejorar la experiencia de los viajeros.
¿Dónde se puede utilizar los controles de seguridad de autoservicio?
La idea es que el pasajero utilice un sistema automatizado para verificar su identidad y luego deposite todos sus artículos en puesto de control para que una máquina revise todo el equipaje.
El sistema de prueba empezará a funcionar en unos días en el aeropuerto internacional Harry Reid de Las Vegas, Nevada, y estará abierto únicamente a los pasajeros que utilizan el sistema de TSA PreCheck, ya que se necesita un control de antecedentes previo y solo es permitido a aquellos que cumplen con ciertos requisitos como ser ciudadano o residente legal en Estados Unidos, entre otras cosas.
“Los mismos estándares y reglas de control rigurosos que se exigen a los pasajeros que utilizan los carriles TSA PreCheck se aplican al carril de autocontrol”, señalan al respecto.
«Mejorar la experiencia de vuelo»
El objetivo de este programa no es más que mejorar la experiencia de vuelo de los pasajeros, que en muchos casos han mostrado sus quejas por las largas filas que se forman en los controles de seguridad, lo que obliga a muchos a tener que llegar con suficiente tiempo de antelación para garantizar su llegada a la puerta de embarque.
“La queja del pasajero es que no quiere estar en constante interacción con personas, especialmente cuando tienen que hacer los protocolos de verificación de identidad”, comentó Fabio A. Andrade, experto de aviación, en declaraciones a la VOA.
Según datos oficiales, la TSA ha examinado a unos 143 millones de personas en sus puntos de control en lo que va de año. Eso supone 8 millones más respecto al año anterior, un 6 %. La agencia federal pretende poner en marcha este plan piloto en el aeropuerto de Las Vegas porque esas instalaciones han registrado un gran volumen de pasajeros en los últimos meses. Los días de mayor actividad han llegado a examinar a más de 100.000 pasajeros en un solo día.
“Excelente que lleven la tecnología a los controles de seguridad, así evitas la fila, es perfecto”, comentó Antonio Bento, un pasajero en el aeropuerto de Miami al conocer sobre este programa que quiere probar Estados Unidos para luego implementar en otros aeropuertos del país.
¿Hay motivos de preocupación?
Las autoridades insisten en que este sistema no abrirá una brecha en la seguridad aérea, que lo único que se quiere es agilizar este proceso y que no se pierda tanto tiempo. Andrade, que ha trabajado muy de cerca en varios proyectos de seguridad aérea en Estados Unidos, también cree que no hay motivos de preocupación en cuanto a la seguridad.
“Es un proceso más ágil y me parece bien que se utilice la tecnología para eso, y yo creo que el riesgo es mínimo porque tenemos más datos e información sobre los pasajeros”, dijo Andrade.
Blanca Sánchez, una boliviana que iba a tomar un vuelo de regreso a su país natal, celebró que se pueda utilizar la tecnología para estos fines pero admitió su preocupación por la cuestión de seguridad.
“La tecnología va mejorando cada día, pero me preocupa un poco que haya quien encuentre la manera de saltarse estos protocolos”, manifestó.
En 2023, se incautó una cifra récord de armas en los puntos de seguridad de los aeropuertos: más de 7.000. Y la mayoría, un 93 %, estaban cargadas.