El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, habla junto a su esposa, Gabriela de Bukele, en el balcón del Palacio Nacional, luego de recibir la banda presidencial, durante su ceremonia de juramentación para un segundo mandato, en San Salvador, El Salvador, el 1 de junio de 2024. (Foto: Cortesía de la Voz de América).
  • Nayib Bukele asumió el sábado un segundo mandato consecutivo como presidente de El Salvador para extender a una década su período que inició en 2019, con el desafío de mejorar los niveles de pobreza y las finanzas públicas del país más pequeño de Centroamérica
  • La oposición lo señala de asumir un segundo mandato de forma inconstitucional, pues la Carta Magna del país centroamericano prohíbe la reelección presidencial continua

San Salvador, El Salvador — Nayib Bukele, de 42 años, asumió el sábado por segunda vez la presidencia de El Salvador, en un escenario donde controla la mayoría del Congreso salvadoreño y su popularidad es cada vez más alta.

En una ceremonia en el Congreso y ante la asistencia de varios líderes extranjeros, Bukele colocó su mano izquierda sobre la Biblia que sostenía su esposa Gabriela y juró cumplir las leyes de la nación. Luego se le impuso la banda presidencial.

A la ceremonia de asunción, que se llevó a cabo en el Palacio Nacional, asistieron el rey Felipe VI de España, los presidentes de Argentina, Javier Milei, de Costa Rica, Rodrigo Chaves; el secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Alejandro Mayorkas y Donald Trump Jr, hijo del candidato a la presidencia de EEUU Donald Trump, entre otros.

Desde las primeras horas de este 1 de junio, cientos de salvadoreños se acercaron a la plaza donde se encuentra el Palacio Nacional para presenciar la toma de posesión de Bukele, informa nuestra aliada de medios, la Voz de América.

Uno de ellos es José Emilio Bautista, un salvadoreño residente en el oriente del país, quien llevaba tres días en San Salvador esperando el acto. «Ahora vivimos mejores momentos, podemos caminar con libertad», señala.

Esa misma idea la comparte Mauricio Hernández, un salvadoreño que describe el horror en el que vivía El Salvador antes del régimen de excepción. «Era como que estuviéramos presos, no podíamos salir, no podíamos andar en libertad», explica.

En El Salvador operaban la Mara Salvatrucha y el Barrio 18, dos peligrosas pandillas que sometieron a los pobladores por años.

Mientras unos alaban la reducción de la tasa homicida, otros esperan para el próximo un mejor clima económico en un país donde el salario mínimo es de 365 dólares aproximadamente.

Considerado el presidente más popular de América Latina, según la ONG Latinobarómetro, Bukele llegó al poder en 2019 luego de debilitar a la derecha tradicional ARENA y al partido de izquierda que lo llevó a la política FMLN.

Bajo su gobierno, se llevó a cabo una de las estrategias de mano dura más fuertes contra las pandillas, un régimen de excepción que logró desarticular las estructuras en el territorio y reducir la tasa homicida de 38 por cada 100.000 habitantes en 2019 a 2,4 en 2023.

Pero no todo en el periodo Bukele ha sido aplausos. La oposición lo señala de asumir un segundo mandato de forma inconstitucional, pues la Carta Magna del país centroamericano prohíbe la reelección presidencial continua.