El organismo financiero aprobó un proyecto de 400 millones de dólares para respaldar y promover los esfuerzos de reformas institucionales clave para la resiliencia climática, la reducción de la contaminación del agua, suelo y aire, así como la mejora de la protección de los recursos naturales
Washington, EEUU – El Banco Mundial ha aprobado un nuevo proyecto para asistir a la República Dominicana en sus esfuerzos por promover reformas institucionales clave para la resiliencia climática, la reducción de la contaminación del agua, suelo y aire, así como la mejora de la protección de los recursos naturales.
Un comunicado precisa que el proyecto de 400 millones de dólares apoyará los esfuerzos del gobierno para fortalecer la capacidad institucional y financiera para la protección ambiental, con efectos positivos importantes en la salud pública y los medios de vida de las comunidades involucradas en actividades turísticas y pesqueras.
“La República Dominicana, debido a los riesgos naturales extremos asociados al cambio climático, pierde anualmente el equivalente al 0.4% de su Producto Interno Bruto”, afirmó Pavel Isa Contreras, ministro de Economía, Planificación y Desarrollo.
El funcionario señala que “El apoyo del Banco Mundial ha sido y sigue siendo crucial para lograr nuestros objetivos de construir resiliencia climática en la agricultura, garantizar la seguridad alimentaria, mejorar la gestión del paisaje y los recursos naturales, y abordar los desafíos planteados por el sargazo”,
Estos desafíos impactan los principales motores del crecimiento económico y el empleo: turismo, pesca y agricultura. Si no aborda estos problemas, el país podría perder hasta un 16 por ciento del Producto Interno Bruto que espera ganar para 2050, según el último Informe de Clima y Desarrollo del País del Grupo Banco Mundial para la República Dominicana.
El proyecto de Préstamo para Políticas de Desarrollo Sostenible tiene como objetivo mejorar la capacidad institucional y financiera del gobierno para la protección de los recursos naturales, la adaptación al cambio climático y la mitigación. También apoyará la conservación marina, reducirá la contaminación del aire y marina, y fortalecerá la protección de ríos y cuerpos de agua.
Además, el proyecto ayudará a regular la gestión de residuos de equipos eléctricos y electrónicos y abordará desafíos ambientales como la eliminación gradual de hidrofluorocarbonos, reduciendo así las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, ayudará a abordar el problema del sargazo y establecerá el marco regulatorio para la emisión de bonos verdes, sociales y sostenibles.