La acción del miércoles es la más reciente de una serie de miles de sanciones estadounidenses que se han impuesto a empresas rusas y sus proveedores en otras naciones desde que comenzó la invasión de Rusia a Ucrania.

El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos sancionó a una organización criminal de tráfico humano con sede en Guatemala que ha contrabandeado a miles de personas hacia EEUU

Washington, EEUU — Estados Unidos sancionó este jueves a una organización criminal de tráfico humano con sede en Guatemala que ha contrabandeado a miles de personas desde el país centroamericano hacia su territorio, a través de México.

Según el comunicado de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, la Organización López HSO está dirigida por los guatemaltecos Rolando Galindo López Escobar, su hijo Whiskey Hans López Ambrosio y la esposa de este Karen Stefany Hernández Vanegas.

Si bien la organización ha operado principalmente en Nuevo México, Arizona y California, sus operaciones también han incluido partes de Texas, con migrantes transportados a Virginia y otros estados alejados de la frontera entre Estados Unidos y México, informa nuestra aliada de medios, la Voz de América.

El grupo “buscó contrabandear a miles de migrantes a los Estados Unidos a través de una operación transnacional ilegal que explotó a aquellos en busca de una vida mejor para ellos y sus familias”, dijo el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian E. Nelson.

Las sanciones de la OFAC tienen como objetivo interrumpir y, en última instancia, desmantelar las operaciones de estas redes, que amenazan la seguridad nacional de Estados Unidos.

También este jueves, el Fiscal Federal para el Distrito de Nuevo México anunció una acusación contra Ronaldo Galindo López Escobar, Whiskey Hans López Ambrosio, Karen Stefany Hernández Vanegas y otras cinco personas por conspiración para transportar y albergar a extranjeros ilegales.

El documento de la OFAC explicó que como parte de sus operaciones de tráfico de personas, la organización López compró documentos mexicanos fraudulentos y pagó tarifas de cártel para facilitar el movimiento de migrantes a través de México.

A medida que su negocio crecía, la organización adquirió autobuses para transportar un mayor número de migrantes a Estados Unidos. Además del transporte de personas, la organización era responsable de operar escondites a lo largo de la frontera suroeste donde se alojaba a los migrantes ilegalmente.

Los líderes de la organización recurrieron a varios bancos y empresas de servicios monetarios estadounidenses para recibir pagos de los familiares de los contrabandistas y para pagar a otros miembros de la organización, ubicados en México y Guatemala, por sus servicios de contrabando.