El director general de Onesvie, Leonardo Reyes Madera,

El organismo llama a la población a mejorar la preparación para enfrentar futuros eventos sísmicos, y recuerda los efectos ocasionados por el terremoto de 1946 que afectó la provincia de María Trinidad Sánchez

Por Diómedes Tejada

Santo Domingo, República Dominicana — La Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie) ha rememorado el devastador terremoto que sacudió la República Dominicana el 4 de agosto de 1946. En un acto conmemorativo, el director general de Onesvie, Leonardo Reyes Madera, hizo un llamado a redoblar esfuerzos y a elevar el nivel de conciencia preventiva para enfrentar futuros eventos sísmicos.

El terremoto de 1946, de magnitud 8.1, tuvo su epicentro en Matancita, provincia María Trinidad Sánchez, y provocó un tsunami de 16 pies de altura. Este desastre natural causó la muerte de decenas de personas y pérdidas materiales millonarias. 

Reyes Madera recordó que, además de Matancita, otras provincias como Duarte, Hermanas Mirabal, Espaillat, La Vega, Santiago, San Pedro de Macorís, Monte Plata y Santo Domingo también fueron gravemente afectadas, registrando un total de 1,200 réplicas en un año.

En el marco del 78 aniversario de este trágico evento, Reyes Madera enfatizó la importancia de evaluar y reforzar las infraestructuras actuales del país para minimizar los daños de futuros terremotos. Hizo un llamado a respetar y aplicar rigurosamente las normas antisísmicas, destacando que la negligencia en este aspecto podría tener consecuencias desastrosas. “El refuerzo de las edificaciones evitaría que la República Dominicana retroceda en su proceso de desarrollo,” señaló.

Además, Reyes Madera abogó por la modernización y fortalecimiento de infraestructuras críticas como centros educativos, hospitales, puentes, muelles, y estaciones eléctricas. Indicó que la prevención y preparación son esenciales para evitar pérdidas humanas y materiales incalculables en caso de un sismo de gran magnitud. Subrayó la necesidad de que las edificaciones no solo protejan vidas, sino que también permanezcan funcionales después de un terremoto.

Finalmente, destacó los avances significativos en la obtención de información sísmica y el estudio de fallas tectónicas en el país. Mencionó la creación de SODOSISMICA en 1977, la implementación de reglamentos sísmicos en 1979 y 2011, y la primera maestría en ingeniería sismorresistente en la PUCMM como logros importantes. Sin embargo, insistió en que la preparación continua y la implementación efectiva de normas antisísmicas son vitales para la seguridad y el desarrollo sostenible de la nación.