En Taiwán, el principal índice de referencia de la Bolsa de Taipéi, el Taiex, cerró hoy con una bajada del 8,35 % tras perder 1.807,21 puntos, lo que marca el mayor descenso en una sola sesión en su historia. (Imagen: Cortesía de la Voz de América).

El Nikkei se precipitó al cierre de sesión un 12,40 %, su segunda mayor caída histórica, arrastrado, además de por el pesimismo alrededor de EE.UU., por el fortalecimiento del yen, fomentado por la última subida de tipos del Banco de Japón (BoJ). Los inversores globales temen que el recorte de tipos de interés que se prevé que aplique la Reserva Federal estadounidense en septiembre pueda llegar demasiado tarde para aliviar la mala situación del mercado laboral.

Bangkok, Tailandia — Las bolsas de Asia, encabezadas por los parqués de Japón, Corea del Sur y Taiwán, se desplomaron este lunes, siguiendo las caídas globales de la pasada semana y ante los temores a que se desate una recesión en EE.UU.

El Nikkei se precipitó al cierre de sesión un 12,40 %, su segunda mayor caída histórica, arrastrado, además de por el pesimismo alrededor de EE.UU., por el fortalecimiento del yen, fomentado por la última subida de tipos del Banco de Japón (BoJ).

La semana pasada el BoJ subió tipos de interés por segunda vez este año, y el yen aceleró su repunte frente al dólar y el euro, después de que una débil divisa nipona hubiera sido favorable para el Nikkei durante el primer semestre, invirtiéndose ahora la inercia, informa nuestra aliada de medios, la Voz de América.

La Bolsa de Seúl, por su parte, cayó este lunes un 8,77 % al cierre de las operaciones.

La plaza surcoreana, al igual que el resto de las asiáticas, se ha visto hoy afectada por las caídas con las que cerró la semana pasada Wall Street a raíz de un preocupante informe sobre la situación del mercado laboral estadounidense en EE.UU. en julio que hace pensar en una posible recesión.

La tasa de desempleo de EE.UU. subió dos décimas en julio y se situó en el 4,3 por ciento, el dato más alto desde octubre de 2021.

Los inversores globales temen que el recorte de tipos de interés que se prevé que aplique la Reserva Federal estadounidense en septiembre pueda llegar demasiado tarde para aliviar la mala situación del mercado laboral.

En Taiwán, el principal índice de referencia de la Bolsa de Taipéi, el Taiex, cerró hoy con una bajada del 8,35 % tras perder 1.807,21 puntos, lo que marca el mayor descenso en una sola sesión en su historia.

Las tecnológicas isleñas, arrastradas por las estadounidenses, fueron las más perjudicadas- los títulos de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el mayor fabricante de chips del mundo, perdieron un 9,75 % al término de la sesión, al igual que Hon Hai (Foxconn), ensamblador de numerosos productos de Apple, cuyos papeles retrocedieron un 9,92 %.

En menor medida, las bolsas de Hong Kong, Shanghái y Shenzhen también permanecían en números rojos este mediodía, con caídas inferiores en general inferiores al 3 % pero que han ido agudizándose a lo largo de la jornada.

El impacto amortiguado en estos parqués se debe en parte al carácter predominantemente doméstico sobre todo de las bolsas de China continental, y a la subida del yuan, la divisa nacional, que permitiría al banco central de la segunda economía mundial más márgen para la flexibilización monetaria.

Así, el yuan se revalorizó hoy frente al dólar hasta su nivel más alto en los últimos siete meses siguiendo la tendencia del yen japonés.

Las caídas también se han extendido a los parqués del Sudeste Asiático, donde la bolsa de Singapur encabeza la jornada de bajadas, situándose cerca del -4%; seguida de Filipinas (casi -3%); y Malasia (-2,75%), a unas tres horas del cierre.

En Australia el índice ASX 200 cayó al cierre un 3,7%, lo que situó al indicativo en su punto más bajo en los últimos dos meses.

Japón pide calma y confianza en su economía tras el desplome bursátil

El Gobierno nipón envió un mensaje de calma tras el desplome bursátil de este lunes en el mercado tokiota, donde el selectivo de referencia Nikkei anotó su segunda mayor caída de la historia, del 12,4 %, asegurando que la economía nacional muestra signos positivos.

El Ejecutivo está “vigilando con atención y mucho interés la caída de la Bolsa”, dijo el ministro de Finanzas japonés, Shunichi Suzuki, horas después del batacazo, que según los analistas estuvo motivado por el agudo fortalecimiento del yen, que se movía hoy entre 141,68 y 146,63 unidades por dólar.

Esta notable apreciación se produce tras la decisión la semana pasada del Bando de Japón (BoJ) de acometer su segunda subida de tipos de interés de referencia en lo que va de año, hasta situarla en el 0,25 %, y los temores a una recesión en Estados Unidos, tras sus datos más recientes de empleo, mucho peores de lo esperado.

Esto ha desatado expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) acelere el ritmo de sus previstos recortes de tasas, lo que acortaría la distancia de las políticas monetarias de ambas potencias, una brecha que viene siendo, de hecho, el principal factor de la apreciación del yen frente al dólar en años recientes.

“Es deseable que el yen se mueva de forma estable según los fundamentos y vamos a vigilar de cerca el mercado de divisas”, tomando las decisiones oportunas “con calma”, aseguró el responsable financiero nipón a este respecto.

El Nikkei ha acumulado un desplome del 17,49 % en las dos últimas sesiones y ha perdido más de 10.000 puntos en 16 jornadas de negociación, casi la mitad (4.451,28) solo en este lunes, todo ello desde que el pasado 11 de julio tocara un renovado cierre récord de 42.224,02 unidades.

“El valor de la Bolsa lo fija el mercado según las decisiones de los inversores, observando la situación económica dentro y fuera del país y el movimiento de las empresas, así que evitaré comentar al respecto”, dijo Suzuki, que considera, no obstante, que “la economía japonesa se está recuperando moderadamente mientras mejora el ambiente de empleo y los ingresos».

El titular japonés de Finanzas se refirió de este modo a las recientes subidas salariales en el país, las mayores en 30 años, por encima del 5 %; a los datos positivos de inflación, que desde hace meses supera el objetivo del 2 % del BoJ, lo que lo llevó a abandonar una década de política monetaria poco ortodoxa; y el crecimiento del producto interior bruto (PIB) y el consumo, lento pero estable.

“Sé que hay muchas opiniones sobre la influencia que la caída de la Bolsa puede tener en la economía japonesa, pero se ve un movimiento positivo de la subida salarial y la inversión de capital”, quiso tranquilizar Suzuki tras el desplome, el peor en los mercados asiáticos, que vivieron hoy una jornada de pánico generalizado.