El FBI está en alerta por posibles ataques contra la Convención Nacional Demócrata, que se celebrará del 19 al 22 de agosto en Chicago
Miami, EEUU — Distintos funcionarios de seguridad de Estados Unidos están en alerta por posibles ataques de represalia contra los demócratas tras el intento de asesinato del expresidente Donald Trump, según la evaluación de amenazas, preparada conjuntamente por el FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias.
De acuerdo al informe: “El FBI y el DHS siguen preocupados por la posibilidad de que se produzcan actos de violencia de seguimiento o represalia tras el intento de asesinato del 13 de julio de 2024 contra Trump, en particular teniendo en cuenta que personas de algunas comunidades en línea han amenazado, alentado o hecho referencia a actos de violencia en respuesta al intento de asesinato”.
Dado el contexto, según la cadena CNN, el FBI está en alerta por posibles ataques contra la Convención Nacional Demócrata, que se celebrará del 19 al 22 de agosto en Chicago.
Sin embargo, se aclaró que las fuerzas de seguridad no han identificado hasta ahora la preparación de ningún ataque concreto pero están en alerta porque “hay personas en algunas comunidades en línea que han amenazado, alentado o hecho algún tipo de referencia a actos de violencia en respuesta al intento de asesinato”.
El documento advierte de que “la división política ha provocado violencia en el pasado” y que algunos radicales “ven en las tensiones políticas y sociales una oportunidad para usar y promover la violencia con objetivos ideológicos”.
Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años, disparó el 13 de julio con un rifle de asalto contra un mitin al aire libre de Trump en Butler, Pensilvania, hiriendo al expresidente en una oreja y matando a una persona del público.
La investigación no ha arrojado todavía la motivación de Crooks, quien fue abatido al momento por el Servicio Secreto, pero teorías de la conspiración difundidas por grupos de ultraderecha en internet apuntan sin evidencia a que se trató de un complot de los demócratas.
Tanto republicanos como demócratas condenaron los errores de seguridad cometidos por el Servicio Secreto, forzando la dimisión de su directora Kimberly Cheatle.
La Convención Demócrata congregará a unas 50,000 personas en el centro de Chicago, incluidos políticos de alto perfil y autoridades como el presidente, Joe Biden, así como la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris.
En su evaluación de inteligencia para la Convención Nacional Demócrata, el FBI y el DHS afirman que la amenaza terrorista más importante que enfrenta el evento proviene de extremistas, “incluidos delincuentes solitarios, que recurren a la violencia para promover una amplia gama de creencias y reclamos ideológicos antigubernamentales.”
Además, “políticos, raciales, étnicos, religiosos, sociales o personales”. Las agencias señalan que grupos como Al Qaeda e ISIS “han alentado ataques contra Occidente y han aprovechado las redes sociales para amplificar sus mensajes e inspirar ataques en el territorio nacional”.