La medida del gobierno fue en respuesta a los cuestionamientos de la embajadora estadounidense sobre la visita de funcionarios hondureños a Venezuela para una reunión con el ministro de defensa de la nación sudamericana, acusado de narcotráfico en Estados Unidos
Tegucigalpa, Honduras — El gobierno de Honduras dio por terminado el miércoles el tratado de extradición con Estados Unidos, bajo el cual decenas de hondureños fueron enviados a enfrentar a la justicia estadounidense, la mayoría de ellos por cargos relacionados con narcotráfico.
La medida fue en respuesta a los cuestionamientos de la embajadora estadounidense sobre la visita de funcionarios hondureños a Venezuela para una reunión con el ministro de defensa de la nación sudamericana, Vladimir Padrino, acusado de narcotráfico en Estados Unidos. El gobierno de Honduras calificó los comentarios de la embajadora como una “injerencia” y horas más tarde hizo el anuncio.
“Al respecto, con base a las atribuciones constitucionales del Poder Ejecutivo (…) comunica a esa honorable embajada la decisión del gobierno de la República de Honduras, de dar por terminado el Tratado de Extradición”, expresa el documento enviado por la cancillería hondureña.
Desde 2014, 64 hondureños han sido extraditados hacia Estados Unidos para enfrentar a la justicia por diversos cargos, informa nuestra aliada de medios, la Voz de América.
“Estamos muy preocupados por lo que ha sucedido en Venezuela. Es bastante sorprendente para mí ver al ministro de defensa y al jefe del Estado Mayor Conjunto sentados al lado de un narcotraficante en Venezuela”, dijo la embajadora estadounidense en Honduras, Laura Dogu, al salir de un evento en Tegucigalpa. Ese fue el comentario que motivó el incidente diplomático.
El canciller de Honduras, Eduardo Enrique Reina, declaró que “es insoportable el irrespeto e injerencia de la embajadora Laura Dogu, y agregó que ambos funcionarios acudieron a Venezuela para una competencia de academias militares y que “insinuar o implicar como narcotraficantes y descalificar a nuestras autoridades es realmente una amenaza directa a nuestra independencia y soberanía”.
Ante los comentarios de Dogu, la presidenta Castro escribió en la red social X que “la injerencia y el intervencionismo de los Estados Unidos, así como su intención de dirigir la política de Honduras a través de su Embajada y otros representantes, es intolerable”.
“Agreden, desconocen y violan impunemente los principios y prácticas del derecho internacional, que promueven el respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la paz universal. Basta”, agregó.
El excanciller de Honduras, Carlos López Contreras, declaró a The Associated Press, que “no tiene que ver una cosa con la otra, una cosa es que haya disgusto por parte Estados Unidos por los comentarios de la embajadora y la otra es que Honduras en represalia o respuesta quiera denunciar el tratado”.
Al ponerle fin al tratado de extradición, Honduras dejaría de enviar hondureños a Estados Unidos que son solicitados por la justicia de ese país.
No es la primera vez que el gobierno de Castro cuestiona las opiniones de la embajadora Dogu y le llama la atención por temas que, según los funcionarios hondureños, son exclusivos de Honduras.
En noviembre de 2023, Reina le pidió a la embajadora de Estados Unidos no opinar sobre sus asuntos internos y soberanos, luego que la diplomática hiciera un comentario sobre los de consensos en el marco de la elección del fiscal general y el fiscal general adjunto.