La nicotina es la principal droga adictiva que hay en el tabaco, que hace que sea tan difícil dejar de fumar. Los cigarrillos están diseñados para hacerle llegar nicotina al cerebro rápidamente.

Según los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, CDC, hay dos cosas que hacen que dejar de fumar sea difícil. Su cerebro tiene que acostumbrarse a estar sin nicotina

Según los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, CDC, dejar de fumar es difícil porque el cuerpo y la mente se acostumbran a la nicotina y a la rutina de fumar.

Además de crear dependencia física, la nicotina es una sustancia química adictiva que produce cambios en el cuerpo, como aumentar la frecuencia cardíaca y respiratoria, y la tensión arterial. Cuando el cuerpo no recibe nicotina, se puede sentir incómodo y tener antojos de fumar.

Dependencia psicológica. Fumar se convierte en parte de la rutina, las actividades, los sentimientos y las relaciones de las personas.

Síndrome de abstinencia. Cuando se deja de fumar, se experimentan cambios mentales y físicos desagradables, como irritabilidad, ansiedad, dificultad para concentrarse, insomnio, aumento de peso, entre otros.

Para dejar de fumar, se puede:

  • Identificar los desencadenantes que activan el deseo de fumar y desarrollar formas de manejarlos.
  • Considerar usar un programa para dejar de fumar.
  • Pedir ayuda al médico.
  • Dejar de fumar puede mejorar la salud, independientemente del tiempo que se haya fumado.

Por qué es difícil dejar de fumar

La nicotina es la principal droga adictiva que hay en el tabaco, que hace que sea tan difícil dejar de fumar. Los cigarrillos están diseñados para hacerle llegar nicotina al cerebro rápidamente.

Dentro del cerebro, desencadena la liberación de sustancias químicas que lo hacen sentir bien. Debido a que la nicotina estimula partes del cerebro una y otra vez, el cerebro se acostumbra a estar con nicotina.

Con el tiempo, la nicotina cambia la forma en que funciona su cerebro y le da la sensación de que necesita nicotina tan solo para sentirse bien. Cuando deja de fumar, su cerebro se vuelve irritable.

El resultado es que usted podría sentirse ansioso o molesto. Podría costarle concentrarse o dormir, tener fuertes ansias de fumar o sentirse incómodo en general.

Estas sensaciones se llaman síntomas de abstinencia. Mejoran pocas semanas después de que deja de fumar, a medida que su cerebro se acostumbra a estar sin nicotina.

Algunos medicamentos para dejar de fumar contienen nicotina. Esto le brinda a usted una forma segura de acostumbrar a su cerebro a no tener tanta de la nicotina de los cigarrillos.

Acostumbrarse a rutinas diarias que no incluyan fumar.

  • Su día está lleno de rutinas que usted asocia a fumar. Cuando deja de fumar, puede costarle hacer estas rutinas sin un cigarrillo en la mano.
  • Muchas personas relacionan el cigarrillo con las cosas que hacen a lo largo del día, como tomarse descansos, tomar una taza de café, terminar la comida, hablar con amigos o hablar por teléfono. Estas cosas se llaman desencadenantes.
  • El estado de ánimo también puede desencadenar las ansias de fumar. Sentirse estresado o desanimado e, incluso sentirse feliz o relajado puede provocar en las personas ganas de fumar. Y cuando se deja de fumar, estos estados de ánimo pueden desencadenar ansias.
  • Pero cuando usted deje de fumar, también descubrirá cómo afrontar sus rutinas sin el cigarrillo. Y descubrirá cómo sobrellevar el estrés o la sensación de desánimo sin fumar.
  • La buena noticia es que millones de personas han dejado de fumar para siempre, y la mayoría dice que se siente mejor después de un tiempo después de haber dejado el cigarrillo.

Para dejar de fumar exitosamente, deberá superar estos dos desafíos: acostumbrar a su cerebro a estar sin nicotina y acostumbrarse a no tener cigarrillos durante sus rutinas diarias.

Afrontar los dos a la vez puede ser difícil:

  • Los medicamentos para dejar de fumar ayudan con el primer desafío al reducir las ansias de fumar y los síntomas de abstinencia, como la irritabilidad y la dificultad para concentrarse y dormir.
  • Esto le permite concentrarse en el segundo desafío: descubrir cómo pasar cada día, haciendo todas las actividades que usted relacionaba con fumar cigarrillos. La buena noticia es que hay muchas cosas sencillas que puede hacer para que sea más fácil.